No es un momento fácil para el sector automotriz, señala Lucien Pinto, director de ventas y mercadotecnia de Ford, puesto que, como ocurre en todas las industrias, “atravesamos por una etapa compleja”. No obstante, después de un periodo de inactividad por la pandemia de COVID-19, “las cuatro plantas de Ford en México: Chihuahua, Irapuato, Hermosillo y Cuautitlán, empiezan preparativos para arrancar operaciones”, destaca en entrevista para Ambiente Plástico.
Como refiere el directivo, iniciar operaciones no es un proceso fácil, si se asume que el sector automotriz es una industria globalizada y que, por consiguiente, depende de los proveedores Tier 1, Tier 2 y Tier 3. Se requiere, en este sentido, que todos los involucrados en la manufactura de vehículos estén en la misma condición de operar.
“Afortunadamente, hay proveedores en México, pero también los hay en China, España, India, Brasil, Argentina…, y la coordinación de todo eso es compleja. Sin embargo, ya reiniciamos los procesos y esperamos conseguir rápidamente el ritmo de producción que necesitamos dentro de la industria”.
Ante un esperado arranque de operaciones, el sector automotriz debe atender no sólo estándares rigurosos, propios de la industria, sino nuevos protocolos de higiene: sanitización de espacios, herramientas de trabajo y vehículos, entre otras acciones, para hacer frente a la pandemia de COVID-19 que, después de varios meses, desde su aparición en Wuhan, China, no cede.
“Entendemos que esta es una realidad que va a cambiar la forma de producir coches, pero también de comercializarlos. El consumidor frente a la crisis sanitaria pudiera estar valorando elementos distintos a los de antes. Además de garantizar un proceso efectivo de manufactura, que cumpla con los requerimientos y estándares de nuestra parte, el tema es cómo lograr una relación comercial sin exponer al cliente”.
Es en este punto donde –explica–, el tema digital cobra mayor relevancia en la actividad comercial, ya que el usuario final podría visitar 10 distribuidoras vía remota, es decir, a través de las plataformas digitales o showrooms virtuales, hacer su selección y presentarse solamente a los dos o tres pisos de venta de su preferencia.
En relación a la tendencia hacia abajo que experimenta la industria Automotriz, Lucien Pinto identifica que, lejos de lograr 1 millón 300 mil o 1 millón 400 mil unidades, la producción se mantendrá por debajo de las 900 mil unidades en este y el próximo año. “El cliente tiende a postergar la decisión de compra, y esto básicamente se relaciona con el tema económico más allá de la confianza que pueda sentir de comprar o no”.
Industria 4.0 y mano de obra calificada
Ante una crisis económica que amenaza a todas las industrias, es importante mencionar que los planes de desarrollo de productos de ingeniería, de compras y de logística de Ford Motor Company, representan en México un eje clave desde la perspectiva de manufactura. Por ejemplo, la planta en Cuautitlán es la primera de la multinacional con tecnología de manufactura 4.0 eléctrica en México y en el mundo.
“O sea, Ford no va a tener otra planta 100% eléctrica como la que vamos a tener en Cuautitlán, y eso ha requerido miles de millones de inversión; ese proyecto está listo y ya los primeros dos años de producción para exportación: Norteamérica, Europa y Asia, los tenemos vendidos”.
Desde el punto de vista de ingeniería, México, asegura nuestro entrevistado, posee uno de los centros más importantes para la corporación: “ingenieros mexicanos hacen ingeniería de productos para Norteamérica, Asia, Europa y Sudamérica, algo que no se veía al principio; nosotros tenemos más de 2 mil ingenieros en este Centro de Ingeniería y seguimos incorporando operaciones y funciones”.
Ford es una compañía que cree y apuesta por México. Para tener una idea de lo que esto representa, el 30% del contenido que se utiliza en Estados Unidos para la producción de vehículos se compra en territorio nacional. Eso sin considerar que el hub, o centro de conexión de recursos humanos de Canadá hasta La Patagonia, se atiende desde el país.
Asimismo, Lucien Pinto menciona que con la entrada en vigor del T-MEC, son grandes las oportunidades que tiene la proveeduría nacional, no sólo de acero y aluminio, sino del sector plástico, para atender, entre otras cosas, el llamado just in time.
“Los plásticos representan un elemento fundamental dentro del proceso de manufactura. Cada día estamos en la búsqueda de la incorporación y el incremento de contenido local; PyMEs o grandes compañías que quieran participar deben cumplir, por supuesto, con parámetros y protocolos de calidad, seguridad…, a lo mejor un poco burocráticos, pero, normalmente, cuando cumples con los requerimientos de la industria Automotriz, prácticamente estás apto para ingresar en cualquiera de las demás”.
