No, no lo habíamos mencionado en esta sección de Plastividas, pero Fritz Klatte es uno de los pioneros de la química de plásticos y un químico que se adelantó a su época.
En 1912, Klatte hizo reaccionar un poco de Acetileno con Ácido Clorhídrico (HCl). Esta reacción produjo Cloruro de Vinilo, pero en aquella época nadie sabía qué hacer con él, así que se dejó en un estante donde con el tiempo se polimerizó.
El Policloruro de Vinilo (PVC) se ha impuesto como material de construcción en todo el mundo, sus cualidades excepcionales de resistencia y durabilidad lo convierten en la mejor opción para la fabricación de puertas y ventanas tanto de interior como de exterior.
Victor Regnault en 1838 había descubierto el PVC, pero Fritz Klatte lo fabricó industrialmente en 1919 y diseñó el proceso de producción, aunque nunca lo comercializó con éxito. De hecho, no concibieron un uso para dicho material; lo que sí es que su patente expiró en 1925.
El PVC es útil porque resiste dos cosas: el fuego y el agua
Debido a su resistencia al agua, el PVC se emplea para hacer impermeables y cortinas para baño, y por supuesto, caños para agua. También tiene resistencia a la llama, porque contiene cloro. Cuando se intenta quemar el PVC, los átomos de cloro son liberados, inhibiendo la combustión.
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Estructuralmente, el PVC es un polímero vinílico, similar al Polietileno (PE), pero con la diferencia de que cada dos átomos de carbono, uno de los átomos de hidrógeno es sustituido por un átomo de cloro. Se produce mediante una polimerización por radicales libres del Cloruro de Vinilo.
Klatte no alcanzó a vivir para disfrutar las mieles de su triunfo: su muerte prematura, a la edad de 53 años, significó que otros fueran los que gozaran los beneficios de su investigación.
Nadie sabe para quién trabaja
Klatte, quien nació en Diepholz en la provincia de Hannover en 1880, fue primero un farmacéutico y luego un químico y la patente de su hallazgo la aprovechó la Chemische Fabrik Griesheim-Elektron en Fráncfort del Meno. El director de esta compañía, el Dr. Emil Zacharias empleó a Klatte a los 28 años en las instalaciones de Mainthal.
Después de trabajar por un corto tiempo como farmacéutico, cambió su vocación por la química. Completó sus nuevos estudios en las universidades de Berlín y Tubinga, en 1907, con un doctorado summa cum laude. El mismo año, se convirtió en asistente privado del profesor Dr. Eduard Buchner, que acababa de ganar el Premio Nobel de Química, en el Instituto de Fermentación de la Universidad Agrícola de Berlín.
Chemische Fabrik Griesheim-Elektron, el nuevo empleador de Klatte, era un importante fabricante de lejía para la industria del jabón, así como en la producción de Celulosa y Aluminio. La lejía se obtenía electrolíticamente a partir de Cloruro de Sodio (sal); el Cloro Gaseoso y el Ácido Clorhídrico (Cloruro de Hidrógeno disuelto en agua).
Sin embargo, Griesheim-Elektron no tenía ningún uso para las enormes cantidades de Cloro y Acetileno que quedaban después de la producción de lejía y Carburo de Calcio, por lo que tenía un grave problema de almacenamiento y eliminación. Y se esperaba que Klatte y los otros químicos en las instalaciones de Fráncfort del Meno, Mainthal, Bitterfeld, Rheinfelden, Küppersteg y Spandau encontraran más usos potenciales para reciclar de la manera más completa y económica viable posible el Cloro y el Acetileno.
Klatte puso manos a la obra y en el curso de sus investigaciones, se encontró con la realizada más de 70 años antes por el químico francés Henri Victor Regnault, de la École Polytechnique de París.
En base a las observaciones de Regnault y el físico alemán Eugen Baumann, Klatte sintetizó Cloruro de Vinilo mezclando Cloruro de Hidrógeno con Acetileno: los dos gases reaccionaron sin crear ningún subproducto.
El artículo de Klatte: «El trabajo de Griesheim en el campo del Éster de Vinilo», anota lo siguiente: «El Cloruro de Vinilo […] se puede producir de dos maneras diferentes: en forma líquida y en fase gaseosa, ya sea alimentando Acetileno en Ácido Clorhídrico Acuoso que contiene Cloruro de Mercurio en forma disuelta o […] canalizando una mezcla gaseosa de los componentes sobre catalizadores, sin restricción a los que contienen mercurio».
En febrero de 1934, a la edad de 53 años, Klatte murió víctima de la tuberculosis en el sanatorio de Klagenfurt. Sus colegas lo recuerdan como: «Un hombre que se adelantó 20 años a su tiempo» porque pasaron alrededor de dos décadas antes de que sus patentes dieran resultados y la producción de PVC comenzara a gran escala.