Investigadores de la Universidad de Texas en Austin descubrieron una enzima capaz de descomponer plástico en poco tiempo, lo que, explican los científicos, podría revolucionar la forma en que se gestionan los residuos. El equipo utilizó inteligencia artificial, ingeniería química y biología sintética para convertir una enzima natural llamada PETase en una máquina devoradora de plástico.
Descomponer el PET en tiempo récord
El Tereftalato de Polietileno (PET) es un plástico transparente, fuerte y liviano que se usa ampliamente en el desarrollo de alimentos y botellas de plástico. PETase es una enzima natural que puede descomponer este plástico, pero para lograrlo a velocidades más rápidas y a bajas temperaturas, los científicos crearon una nueva enzima, llamada FAST-PETase.
También lee: Descubren cada vez más enzimas que descomponen plástico
La enzima modificada tiene la capacidad de reciclar plásticos de manera eficiente, por lo que el equipo investigador cree que puede ser un descubrimiento potencialmente crucial para mejorar el manejo de residuos plásticos.
Una enzima que podría mejorar el reciclaje
Se estima que los plásticos representan el 8% de todos los residuos sólidos a nivel mundial. Pese a ser un material sumamente versátil, lamentablemente alrededor del 90% no se recicla y termina en vertederos debido a malas políticas y poca infraestructura de reciclaje.
La enzima PETase recibe su nombre de su capacidad para degradar estos plásticos en un día y es capaz de convertirlo en unidades base que pueden reutilizarse.
Para deconstruir el plástico PET aún más rápido y a bajas temperaturas, los investigadores ajustaron PETase para crear una nueva enzima, llamada FAST-PETase, que otorga a las bacterias la capacidad de reciclar los desechos plásticos de manera eficiente.
Esta enzima, explican los científicos, requiere mucha menos energía para producirse y funciona rápidamente. Al respecto, Hal Alper, profesor de Ingeniería Química en UT Austin, dijo a UT News que las posibilidades de este descubrimiento “son infinitas”.
“Más allá de la obvia industria de gestión de residuos, esto también brinda a las corporaciones de todos los sectores la oportunidad de tomar la iniciativa en el reciclaje de sus productos. Podemos comenzar a imaginar una verdadera economía circular de plásticos”, destacó el investigador.
