Autor: Luis Roca Blay, Responsable Departamento de Compounding, AIMPLAS
Participar en esta industria refleja el trabajo que se tiene que hacer al interior de las empresas para desarrollarse desde la base de los materiales
El término innovación es hoy en día un concepto ampliamente conocido en los sectores industriales y se considera básico para la obtención de nuevos productos o negocios. Fruto de ella surge la siempre anhelada diferenciación sobre la competencia.
Hay innovación en la industria a nivel de producto, de proceso, de gestión o de servicio, siendo las dos últimas no menos importantes, pero más relacionadas con aspectos de logística, organización o administración. Por lo regular, innovaciones en productos o procesos repercuten directamente sobre aspectos de gestión o logísticos.
A nivel de producto las mejoras pueden darse ya sea por una innovación en el material empleado, a nivel de diseño del producto final. Inclusive, en ambas a la vez. Las mejoras de proceso están relacionadas con modificaciones de equipos que dan lugar en la mayoría de las ocasiones a una mayor productividad o calidad.
El compounding permite la modificación de las propiedades de los plásticos, prácticamente a la carta, mediante la adición de aditivos, cargas, refuerzos o pigmentos. Las posibilidades que se abren pueden ser infinitas, ya que, además, la innovación basada en compounding, puede afectar a cualquier actor de la cadena de valor: Proveedores o fabricantes de materias primas, formuladores o compounders, transformadores (inyección o extrusión) y usuarios finales (marcas).
La innovación en compounding involucra a toda la cadena de valor en el plástico
Así pues, productores de nuevos aditivos, pigmentos, fibras o cargas, pueden validarlas en plásticos, los compounders pueden desarrollar nuevos materiales, los transformadores de productos semielaborados pueden conseguir propiedades avanzadas y los usuarios finales, obtener productos más atractivos y funcionales.
Como queda demostrado, la innovación en compounding involucra a toda la escala de valor del plástico, aspecto a destacar a la hora de asegurar clientes o socios. En otras palabras, el compounding es uno de los motores de la innovación en el Sector del Plástico.
Y dicho todo esto, ¿cuáles podrían ser las fuentes de innovación en el desarrollo de nuevos materiales plásticos?
1) Empleo de nuevos materiales avanzados, nuevos pigmentos especiales, nanocargas, etc.
2) Anticipación a las nuevas regulaciones del mercado o normativas en materiales.
3) Empleo de aditivos/cargas/pigmentos nunca antes utilizados en plásticos pero si en cauchos, pinturas, madera o cerámica.
4) Adaptarse a tecnologías emergentes o disruptivas, como 3D printing.
5) Sustitución de materiales tradicionales, como metales, madera o cerámica.
6) Migración de propiedades de un artículo/mercado a otro.
7) Aspectos sociales y demográficos.
En este último punto, el compounding podría ser una tecnología para intentar solucionar, en la medida de lo posible, los retos que actualmente apremian a la humanidad como: cambio climático -mediante el empleo de materiales más sustentables-, conseguir reciclar productos multimateriales por compatibilización, reducción de peso en transporte, potencializar la economía circular, los plásticos aplicados a la salud y a la seguridad… Estos retos se presentan como oportunidades de negocio inevitables y podrían catalogarse como megatrends en los próximos años.
En AIMPLAS trabajamos en el desarrollo de proyectos, como: Incorporación de grafeno/CNTs a materiales termoplásticos, desarrollo de retardantes a la flama sustentables, incorporación de aditivos especiales en plásticos (insecticidas), obtención de filamentos 3D altamente conductivos, desarrollo de plásticos calefactables, empleo de aditivos de fuentes renovables, descontaminación de materiales plásticos o desarrollo de nuevos bioplásticos funcionales, sustitución de materiales metálicos ( conductividad eléctrica), entre otros.
En lo que respecta a la innovación de los procesos productivos, estos últimos años ha tomado fuerza el concepto de la industria 4.0. En este aspecto, la simulación de los procesos de compounding, la incorporación de nuevos sensores en las extrusoras o la medición online de las propiedades y de la dispersión; serían ejemplos claros de esta nueva corriente tecnológica para poder mejorar la calidad, minimizar las mermas y el consumo de energía y volverse así mucho más competitivos.
Para concluir, puedo afirmar que la innovación en materiales plásticos es una suma de inputs de nuestros clientes, necesidades que hayamos detectado, modificaciones del mercado, tecnologías emergentes; que se complementa con la correcta elección de los aditivos y cargas para incorporarlos vía compounding en un plástico para conseguir un artículo final con propiedades diferentes e innovadoras.
Sin embargo, la innovación se puede convertir en una constante huida hacia adelante sin los resultados esperados, teniendo como consecuencia el abandono de ideas brillantes y la futura pérdida de ingresos, por lo que el control máximo sobre el proyecto (en plazos y costos), el correcto análisis de resultados y la reducción de gastos mediante pruebas a escala planta piloto o el asesoramiento tecnológico con los socios adecuados, son fundamentales.