El Banco Mundial y Citigroup lanzaron un bono de plásticos por valor de 100 millones de dólares. Este crédito está destinado a la lucha contra el desperdicio, cuyos reembolsos se vinculan parcialmente a la venta de plástico y créditos de compensación de carbono.
El precio de este bono, cuya cotización se realizó en las últimas horas del miércoles 24 de enero, financiará proyectos de recolección y reciclaje de plásticos en Ghana e Indonesia, resaltando así la creciente presencia de estructuras de deuda con motivaciones medioambientales.
La peculiaridad de estos bonos implica que los inversores recuperan su capital al final del plazo de siete años, garantizado por el Banco Mundial, más un pago de interés mínimo del 1,75%. No obstante, estos bonos presentan una característica que podría ofrecer a los inversores un rendimiento superior en comparación con los bonos convencionales del Banco Mundial con vencimiento similar.
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Los dos proyectos de reciclaje generan y venden créditos de compensación de carbono y plástico a grandes empresas que utilizan grandes cantidades de plástico. Cada crédito de compensación de plástico, en teoría, representa una tonelada de plástico recolectado o reciclado.
Los inversionistas de estos bonos expresaron su expectativa de obtener rendimientos crediticios de categoría A con una protección de triple A. En caso de que el precio de los créditos plásticos se mantenga cercano a sus tasas actuales, se anticipa que el rendimiento total del bono supere las ofertas de deuda similares del Banco Mundial. A principios de enero, el banco emitió un bono convencional con vencimiento a siete años y un cupón del 4%.
Cabe destacar que, en 2023, la emisión de bonos verdes aumentó en un porcentaje de 12% hasta alcanzar los 489 mil millones de dólares, según un informe de Merrill Lynch. El año pasado, se emitieron 4.000 millones de dólares en «bonos azules» para mejoras en el agua, mientras que los bonos sociales y de sostenibilidad continúan ingresando al mercado.
