Ante el auge de la relocalización de empresas en México, existe una preocupación creciente por garantizar la sostenibilidad ante el crecimiento industrial que el nearshoring provocará en el mediano y largo plazo. La eficiencia energética será la clave para lograr el éxito y, al mismo tiempo, preservar los recursos naturales en el reacomodo de las cadenas de producción.
Nearshoring: ¿por qué en México?
México se consolida como uno de los principales destinos para el nearshoring, con el potencial de incrementar las exportaciones globales de América Latina y el Caribe en 78,000 millones de dólares anuales. Según el Banco Interamericano de Desarrollo, se estima que este fenómeno podría aumentar el Producto Interno Bruto (PIB) mexicano entre 1.5 y 2.5% en el largo plazo.
Las necesidades operativas relacionadas con la eficiencia energética para las empresas que se establezcan en México serán significativas.
La eficiencia energética persigue reducir la demanda de energía con el fin de disminuir tanto el impacto ambiental como los costos operativos. Se concentra en optimizar el tiempo de uso de los equipos y mejorar el aprovechamiento de la energía necesaria para su funcionamiento.
La reducción del consumo energético tiene un impacto directo en la disminución de las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que permite a las empresas reducir su dependencia de combustibles fósiles e incluso migrar hacia el uso de fuentes de energía renovable. Este proceso, conocido como sustitución, representa una solución adaptable a diversas industrias.
La eficiencia energética debe ser clave en el nearshoring
Para implementar medidas de eficiencia energética efectivas, se requieren procesos detallados que permitan a las empresas mantener o mejorar su eficiencia operativa al adoptar soluciones que reduzcan su dependencia energética.
Una de las innovaciones para la industria es el aprovechamiento de biogás para la generación de energía. El biogás se produce naturalmente a través de la descomposición anaeróbica de residuos orgánicos y contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, dado que está compuesto por aproximadamente un 50% de metano. Al aprovechar el biogás, se reduce la emisión de gases de efecto invernadero que ocurriría de lo contrario, así como la dependencia de combustibles fósiles, garantizando un suministro de energía rentable a partir de fuentes renovables.
En el año 2023, Veolia produjo 7,524 MWh de energía eléctrica a partir de biogás, equivalente al consumo anual de 3,231 mexicanos o al uso de 763,518 focos LED durante tres horas al día, o bien, la carga de 648,654,723 teléfonos inteligentes. Además, se generaron 1,444 MWh de energía térmica a partir de biogás, que puede ser utilizada para diversos procesos industriales o domésticos. También se logró un ahorro de 22,134 MWh mediante medidas de eficiencia energética, equivalente a evitar la emisión de 9,628 toneladas de CO2 a la atmósfera.
Estos logros reflejan el compromiso de la empresa con la sostenibilidad y la lucha contra el cambio climático. La generación de energía renovable y la eficiencia energética son fundamentales para construir un futuro más sostenible.
Generar menos contaminación también es crucial para el crecimiento industrial
A pesar de que el nearshoring traerá consigo un aumento de la producción y la actividad industrial, existe la posibilidad de que esto provoque un agotamiento de los recursos naturales y un impacto ambiental negativo. Según la Comisión para la Cooperación Ambiental del T-MEC, México ha registrado un incremento superior al 74% en las emisiones y transferencias de contaminantes de origen industrial, superando los 5,300 millones de kilogramos, en comparación con el año 2014.
Es crucial considerar el desafío del agotamiento de los recursos naturales y el impacto ambiental negativo. La implementación de soluciones personalizadas de gestión energética no solo asegura un desarrollo industrial sostenible e inteligente, sino que también puede generar una reducción de costos al disminuir la dependencia energética.
La eficiencia energética es un factor fundamental para garantizar que el crecimiento económico impulsado por el nearshoring sea sostenible a largo plazo.
