MERCADO DE MATERIALES RECICLADOS EN MÉXICO
En México siempre ha existido comercio de materiales reciclados de diversos orígenes, ya sea post industrial (la mayor parte), proveniente de importación o de fábricas locales; post comercial, generado por tiendas departamentales y de autoservicio; o post consumo, recolectado de basureros.
Se calcula que existen alrededor de 250 empresas dedicadas al reciclado de plásticos en México y, aunque la mayoría son empresas medianas y pequeñas, los últimos años se han creado varias compañías de gran tamaño con tecnologías de clase mundial, sobre todo para el reciclaje de PET (Polietilén Tereftalato), HDPE (Polietileno de Alta Densidad) y películas de Polietileno.
El reciclaje post industrial es relativamente más sencillo de llevar a cabo que el post consumo, debido a que cuenta con menos cantidad de suciedad. Es muy común, en el caso de películas, reciclar los embalajes de película estirable (conocida como playo en el medio), para transformarla en películas para confección de bolsas tipo camiseta o para bolsas para basura.
Por cierto, el tema de las prohibiciones de uso de bolsas en supermercados afecta de manera directa a estas empresas, quienes han tenido que buscar alternativas para desarrollar fórmulas que favorezcan la degradabilidad o compostabilidad, situación que, a falta de normalización, no está controlada. Aparte, si se frena la producción de este tipo de productos, se generará una mayor contaminación de desperdicios de películas de embalaje post industrial que no podrán utilizarse como se venía haciendo.
El reciclaje post consumo es el más complejo de todos, debido a los niveles de contaminación de los productos. Aun así, México está a la vanguardia en reciclado y existen varias firmas que transforman estos desperdicios. El plástico que más se recicla es el PET, con alrededor de 440 mil toneladas por año, el cual se convierte principalmente en fibras, láminas y botellas, además de que también se exporta como hojuela limpia.
Los productos de HDPE post consumo, como botellas y piezas inyectadas, también tienen gran atractivo para su reciclaje. El producto reciclado es bien valorado, tanto en el mercado de exportación como local, para producir tubería, tarimas y otros productos inyectados. No obstante, en México cuesta trabajo que los usuarios quieran pagarlo bien, por lo que muchos productores prefieren exportar.
Algunas empresas iniciaron con el acopio de desperdicios plásticos diferenciados, los cuales exportaban en forma de pacas. En el año 2014, México llegó a exportar 860 mil toneladas de desperdicios plásticos, principalmente a Estados Unidos y China pero, luego de la prohibición de china para importar desperdicios sucios, las exportaciones fueron bajando gradualmente, de manera que dichas empresas se vieron obligados a integrar líneas de lavado y molienda para exportación de hojuelas limpias y, más adelante, pelletizado. Este es el caso de Grupo Alcamare (Ver Publirreportaje).
MÉXICO A LA VANGUARDIA EN RECICLADO
Las innovaciones en tecnologías permiten clasificar los materiales de forma más eficiente y abrir la posibilidad de procesar nuevos flujos con mayores rendimientos. Algunos de los últimos robots de clasificación utilizan inteligencia artificial para mejorar su capacidad de reconocer residuos.
El sector también puede beneficiarse del efecto de economías de escala logrado al concentrar la clasificación y el procesamiento en sitios centralizados. La disminución marginal resultante de los costos de producción por tonelada de plástico reciclado puede impulsar al sector. Las mejoras de eficiencia son posibles en la recolección, clasificación y procesamiento.
La buena noticia es que, en temas de reciclado, nuestro país está muy bien preparado. Hay plantas de clase mundial y varios proyectos por arrancar operaciones este año para el reciclado de plásticos.
Los recicladores deben trabajar muy de cerca con los actores en todas las etapas de la cadena de valor para desechar los retos técnicos, psicológicos y económicos que dificultan una mayor sustitución del plástico reciclado por plástico virgen.
Los organismos reguladores también necesitan ayudar a crear marcos propicios para que esta industria florezca, fomentando el ecodiseño, la colección separada y la inclusión de plástico reciclado en los productos. Por último, la presión de los consumidores sobre las marcas es determinante, ya que las empresas se preocupan por perder una participación de mercado significativa debido a acciones como los boicots, por ejemplo. La participación ciudadana y la concienciación sobre los problemas ambientales es suficiente para obligar a los fabricantes a actuar.
A continuación, se destacan las opiniones de varios jugadores de la cadena de valor de la industria de reciclado, desde productores de resina, que ahora ofrecen grados reciclados, y empresas transformadoras, hasta usuarios finales y una tienda de autoservicio.
NUEVO GRADO DE HDPE POST-CONSUMO DE ALTA CALIDAD DISPONIBLE
Stefan Lepecki, Director General de Braskem Idesa
La sustentabilidad en la Industria del Plástico es un tema complejo, puesto que involucra toda una cadena: sociedad, gobierno, dueños de marca, productores de resina y transformadores, entre otros. Es un campo de acción que debe ser coordinado por todas las partes involucradas.
En este sentido, Braskem Idesa cuenta con metas y acciones muy claras, desde los puntos de vista tecnológico, de negocio, de diálogo con gobierno, sociedad, educación, entre otros.
El compromiso de la compañía sobre temas de economía circular es notorio; recientemente lanzó I’m Green Recycled, una resina de Polietileno de Alta Densidad con contenido de resina Reciclada de Post-Consumo, mezcla que garantiza un nivel de calidad adecuado para diferentes tipos de soluciones de los clientes.
La firma pondrá en el mercado alrededor de 25 mil toneladas de resina I’m Green Recycled en 2020. El reto es importante; para lograrlo, se debe garantizar el acopio adecuado, la correcta selección, la coordinación con los recicladores, además de propiciar una visión completa de negocio para todos dentro de la cadena.
Para seguir avanzando hacia soluciones sostenibles, el Grupo, a través de su accionista Braskem, realiza diversos estudios, incluido el reciclaje químico, un proceso petroquímico que la compañía lleva a cabo en sus reactores. Braskem Idesa también profundiza sus investigaciones en procesos de polimerización.
México trabaja en reciclaje mecánico. El país tiene un potencial enorme en este campo. La historia de éxito del reciclaje de PET (Polietilén Tereftalato) es un referente. Esta experiencia debe ser aprovechada, por ejemplo, en el Polietileno (PE). México puede convertirse en un gran exportador de resina reciclada para el mundo.
Sobre el tema de precio resina virgen vs. reciclada, el mercado, a nivel global, enfrenta un exceso de capacidad de PE, lo que abarata los costos de la materia prima. La dinámica es cíclica en el negocio. La demanda crecerá. Lo mismo ocurrirá con el material reciclado. Los productores de resina reciclada ya trabajan para establecer la demanda en el mercado.
El Plan de Infraestructura, para recuperar la producción de Pemex (Petróleos Mexicanos), resultará favorecedor para la industria. Se debe confiar en las estrategias del gobierno. Iniciativa privada y gobierno deben ir de la mano para revitalizar toda la industria. En materia fiscal, el gobierno de México va con una visión muy clara.
La demanda del plástico se relaciona directamente con la economía: si la economía va bien, el consumo de plástico crece.