AIMPLAS y el departamento de Microbiología y Ecología de la Universitat de València participan en el proyecto DURPROMAT, liderado por la empresa DURPLASTICS. Esta estrategia cuenta con financiación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI) y su objetivo es desarrollar protecciones portuarias más resistentes y sostenibles medioambientalmente.
A través de un comunicado, AIMPLAS destacó que actualmente las defensas portuarias en las zonas de atraque y amarre de los barcos que se fabrican con Polietileno de alta densidad 100% virgen se ven sometidas a constantes agresiones, como las de los impactos, los organismos marinos o la radiación UV que son los que provocan su deterioro y hacen necesaria su sustitución.
Para lograr protecciones más resistentes, DURPROMAT buscará mejorar las propiedades antifouling (antiincrustante) del Polietileno de alta densidad mediante la incorporación de aditivos respetuosos con el medio ambiente que cumplan con el reglamento europeo sobre biocidas.
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A fin de incrementar la resistencia ultravioleta y la degradación térmica que son las responsables de la pérdida de propiedades, los participantes en el proyecto trabajan para que el nuevo material no sufra una degradación superior al 30% y también se está trabajando para mejorar la resistencia al impacto en al menos un 20%.
Una de las principales metas será lograr que los nuevos materiales desarrollados serán 100% reciclables, por lo que el proyecto está totalmente alineado con el modelo de Economía Circular, así como con los ODS número 9 Industria, Innovación e Infraestructuras, con el número 12 por un Consumo y Producción Responsables, con el 13 Acción por el Clima y con el 14 que busca la protección de la Vida Submarina.
Es importante señalar que los resultados del proyecto se implementarán industrialmente y podrían aplicarse a la fabricación de otros productos en contacto con el medio marino fabricados con materiales plásticos como por ejemplo boyas u otros sistemas de flotación, balizas, motores, infraestructuras, sistemas de ayuda a la navegación, pasarelas o piscifactorías. Pero también podrá sustituir a otros materiales metálicos en la fabricación de productos en contacto con ambientes corrosivos y que pueden generar sustancias contaminantes durante su degradación u oxidación.