Desarrollan nuevo método para reciclar poliéster con 80% menos energía

El reciclaje ha avanzado significativamente en los últimos años, aunque todavía enfrenta grandes desafíos. Pero si el reciclaje de plásticos es complejo, el de los textiles lo es aún más: solo el 0.5% de las prendas se recicla a nivel global.

La principal causa es su composición: los textiles rara vez están hechos de un solo material. Elementos como botones, cierres y fibras sintéticas complican su recuperación. En particular, el spandex y las mezclas sintéticas modernas, diseñadas para ofrecer comodidad y durabilidad, resultan casi imposibles de separar al final de su vida útil.

Una nueva forma de reciclar plásticos y textiles

MacroCycle ha desarrollado un método innovador que promete hacer que el plástico reciclado sea tan económico como el material virgen. Su tecnología permite extraer fibras sintéticas de alto valor de los textiles desechados, eliminando los contaminantes y dejando todo lo demás atrás.

Gracias a esta propuesta, la startup fue seleccionada como finalista del Top 20 en Startup Battlefield y se presenta en la TechCrunch Disrupt San Francisco, del 27 al 29 de octubre.


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Peña Feliz, CEO de MacroCycle, conoce bien los retos del reciclaje químico. Durante su carrera, colaboró en la planta de reciclaje químico de ExxonMobil, que descompone plásticos mediante calor extremo para obtener hidrocarburos. Aunque el proceso funciona, consume gran cantidad de energía y genera elevadas emisiones de CO₂.

Cómo funciona la tecnología de MacroCycle

Para entender el impacto de MacroCycle, conviene recordar que los plásticos son polímeros, largas cadenas de moléculas llamadas monómeros. Mientras que la mayoría de los procesos de reciclaje químico rompen esas cadenas para reconstruirlas después, MacroCycle adopta un enfoque opuesto: las enrolla sobre sí mismas para formar estructuras llamadas “macrociclos”.

Durante el proceso, los solventes eliminan los contaminantes (que también pueden reciclarse), y luego los anillos se reabren para regenerar las cadenas originales.

“A medida que se abren, los anillos se combinan entre sí; y en el caso del poliéster, cuanto más largo es el polímero, mayor es la calidad del material final”, explica Peña Feliz.

Este método reduce hasta un 80% el consumo energético en comparación con la producción de poliéster virgen. En contraste, otros procesos de reciclaje químico apenas logran reducciones del 20 al 30%.

Escalando hacia la producción industrial

Actualmente, MacroCycle está instalando un reactor 2,000 veces más grande que su prototipo original, capaz de producir lotes de 100 kilogramos de material reciclado para pruebas con marcas de moda. La compañía ya genera ingresos gracias a la colaboración con empresas interesadas en integrar su tecnología en sus cadenas de suministro.

“Nos sentimos cómodos afirmando que somos uno de los pocos, si no el único, reciclador químico capaz de ofrecer materiales reciclados a un precio competitivo con los plásticos vírgenes”, destaca Peña Feliz.

El directivo está convencido de que esta es la única vía realista para sustituir los combustibles fósiles en la producción de plásticos.

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