LA PERCEPCIÓN NEGATIVA DEL PLÁSTICO VA A CAMBIAR
La pandemia de coronavirus afectó los precios de los materiales y a este desafío se sumaron las prohibiciones a la Industria del Plástico, explica Juan Antonio Hernández, director general en PLACOYT.
No obstante, el directivo enfatiza en lo indispensable que los plásticos se hicieron en la lucha contra el COVID-19, como en los sectores médico, y de envases y embalajes.
“Pensando en que la pandemia se puede ir a dos o tres meses, posiblemente hay compras de pánico; no sabemos qué sucederá posterior al coronavirus”.
Nuestro entrevistado espera que una vez pasada la contingencia sanitaria, las autoridades mexicanas reconozcan el valor y la importancia del plástico y, por consiguiente, se detengan las prohibiciones impulsadas desde el gobierno por una mala percepción ambientalista.
“En el segundo semestre del año pasado nos vimos con ventas a la baja; a partir del primero de enero de este año, cuando en la Ciudad de México y en otros estados de la República se prohibieron las bolsas de plástico, la industria lo resintió bastante, puesto que las reglas del juego aún no están claras”.
Sobre este punto, señaló que la ley entró en vigor sin reglamentos y sin normas: “La ley decía que todas las bolsas deberían fabricarse con material compostable; un día después, el dos de enero, publicaron el primer reglamento, mal hecho, por cierto; a finales del mes lo cambiaron, se dieron cuenta de sus inconsistencias y a mediados de febrero la volvieron a modificar”.
Una vez que pase esta pandemia, el ingeniero espera que entre industria y gobierno haya diálogo, pues, ahora mismo, los productos prohibidos son, entre otras cosas, herramientas de uso de separación de residuos.
La satanización, apunta, debe desaparecer, y en relación a los plásticos de un solo uso: “se debe regular, no prohibir”.
Algunas autoridades proyectan que esta pandemia tenga su etapa final posiblemente en septiembre, y Juan Antonio Hernández percibe que después de la contingencia sanitaria, al comer fuera de casa, por seguridad, se tendrá que recurrir a un plato de Poliestireno Expandido (EPS) y a los popotes.
El efecto de las prohibiciones, asegura, también dejó a muchos mexicanos sin empleo. “Creo que el político debe tener una lección de humildad en cuanto a dejarse asesorar por la gente que sabe del plástico: por el que lo comercializa, diseña, transforma, usa, reutiliza y recicla los materiales”.
De forma adicional, insta a todos los actores de la industria, como fabricantes, a sumarse a las asociaciones a fin de solucionar juntos los retos del sector y solicita a las autoridades apoyar a los industriales.
“Yo creo que el gobierno debe considerar que cualquier industria que venga a montar su planta en México debe de respetar cuanto menos un 5 o un 10% de suministro de plantas 100% mexicanas para tomar un nivel en el que podamos ir creciendo”.
