Una vez que las autoridades sanitarias notificaron la presencia del virus en México y determinaron la implementación de una cuarentena por la crisis sanitaria, Crayola consideró, al igual que la mayoría de las empresas, que la amenaza terminaría en mayo del 2020; como sabemos, no fue el caso: “Nadie imaginó que la pandemia se prolongaría tanto, pensábamos que en mayo acabaría todo, y 14 meses después seguimos en contingencia sanitaria, en distintos grados, pero aquí seguimos”, comentó Adrián Romero de Alva, Marketing Head Mexico and LATAM en Crayola.
Nuestro entrevistado dijo que la cuarentena impactó a algunos mercados que son atendidos por la empresa que ha inspirado la creatividad artística en niños por más de 100 años, mientras que otros segmentos mostraron una dinámica favorable.
En la etapa más dura del confinamiento, productos como juguetes, pinturas, gises o plumones, fueron muy buscados por el consumidor. Como cerraron las escuelas había que trabajar con los hijos desde casa. Sin embargo, debido a las nuevas olas de contagio, el confinamiento se fue alargando, lo que llevó al país a experimentar dos sucesos que impactaron en las ventas de Crayola: 1) se prolongó el regreso a clases y 2) se cerraron tiendas en vísperas de Reyes Magos, lo cual creó, por un lado, el retraso en las ventas de papelería y, por otro, el de los juguetes.
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No obstante, la firma pudo tener el año pasado buenos resultados debido a la venta de productos previo al encierro y a dos nuevas iniciativas que puso en marcha años atrás, como la inversión en comercio electrónico, asegura Adrián Romero.
En cuanto a la proveeduría, el directivo reafirmó lo que prácticamente todos los sectores en la Industria del Plástico están experimentando: alta demanda y desabasto de materias primas (parafinas, Polipropileno, Polietileno), e incremento de precios en varios frentes, por lo que, para atender estos desafíos, la compañía buscó proveeduría nacional y de lugares alternos: “La logística se ha complicado, hay desabasto de buques, de contenedores…, pero la dirección de Supply Chain de Crayola ha sido muy eficaz con el tema de productores”.
En línea con la economía circular, el termoformado de PET, y el uso de rPET, así como de alternativas biodegradables es un camino que ya comienzan a explorar: “En temas de envases, nosotros tratamos de mantener una relación entre el valor y el costo del producto, tenemos empaques que son más duraderos y versiones donde la gente puede sacarlos de la caja de cartón y guardarlos en su lapicera o en la caja donde guarde sus colores”.
Consciente de las bondades del plástico, y de las áreas de oportunidad que tiene en relación a la economía circular, Benjamín Cardoso afirma que este material no va a desaparecer: “…sí hubo ahí un tema hace un par de años por la contaminación que se encontró en los mares, pero el plástico ha venido a sustituir al acero… Yo creo que la evolución es la utilización de plásticos biodegradables y el fortalecimiento del reciclado”.
Cabe destacar que la planta “en la ciudad natal de los crayones, en Easton, Pensilvania, muy cerca de Nueva York”, ya cuenta con una granja de energía solar, además de que en Norteamérica ya corre un programa que recicla todos los plumones de Crayola. “La planta más cercana a nosotros, ubicada en Cuautitlán, Estado de México, está en proceso de alinearse con la estrategia de sustentabilidad y reciclaje del corporativo”.