Estados Unidos reconoció un desafío significativo en 2018: por primera vez en la historia, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) reportó más vacantes que mano de obra disponible para ocuparlos y este mismo escenario, de acuerdo con Manuel A. Sordo, General Manager para Latinoamérica de Universal Robots (UR), se vive hoy día en México y Latinoamérica.
Como refiere el directivo, varias tendencias estadísticas ofrecen apoyo y contexto a estos hallazgos de BLS. A fines de diciembre de 2019, por ejemplo, la Asociación Nacional de Fabricantes (NAM) emitió su última encuesta de Outlook, que confirmó, por noveno trimestre consecutivo, que encontrar trabajadores calificados sigue siendo uno de los principales desafíos para los ejecutivos de fabricación en la actualidad.
En línea con lo anterior –apunta–, la Sociedad de Ingenieros de Manufactura informó que el 89% de los fabricantes tienen dificultades para encontrar mano de obra calificada “y la situación no parece lista para mejorar a corto plazo”.
Por su parte, el estudio de brecha de habilidades más reciente de Deloitte y el Instituto de Manufactura, el brazo de impacto social de NAM, proyecta que más de la mitad de los 4.6 millones de empleos de manufactura creados durante la próxima década quedarán sin cubrir.
“El estudio NAM atribuyó esta proyección a tres factores: la edad de jubilación inminente para los baby boomers, las percepciones erróneas generalizadas de los trabajos de fabricación entre los trabajadores más jóvenes y un cambio en los conjuntos de habilidades necesarias debido a la introducción de tecnologías avanzadas”.
De forma adicional, el BLS informó en diciembre de 2019 que el 25% de la fuerza laboral manufacturera en diferentes países tiene más de 55 años. “Esto significa que, solo para cubrir las vacantes de jubilación, las operaciones de fabricación de 1,000 personas deberán contratar a 250 trabajadores para mantener los niveles actuales de producción”.
A decir del Manuel A. Sordo, mientras que países como Estados Unidos no parecen interesados en llenar el vacío de los boomers en retiro con Millennials y Gen-Z, la investigación más reciente realizada por Deloitte y el Manufacturing Institute encontró que si bien el 83% del público profesional alrededor del mundo consideraba que la fabricación era importante para la economía, menos de tres de cada diez profesionales alentaría a sus hijos a seguir carreras de fabricación.
La industria de hoy
Los investigadores afirman que hay dos aspectos de la reinvención que deben permanecer constantes: el primero, involucrar a la tecnología, puesto que no hay camino para la reinvención sin ella y segundo, debe existir un cambio lo suficientemente audaz como para enfrentar cualquier desafío.
“La computarización puede haber definido la última revolución en el lugar de trabajo, pero lo que distingue las tecnologías de la industria actual es que difuminan las líneas entre la mano de obra, informático y mecánico”.
Bajo ese contexto, agrega que los robots colaborativos (cobots) combinan las habilidades físicas y los sistemas de control digital de un robot con el tamaño, la flexibilidad y la potencia necesarios para colaborar de manera segura y efectiva con las personas.
“Los cobots ofrecen los mismos beneficios que la robótica tradicional; se hacen cargo de trabajos sucios, peligrosos o repetitivos; mejoran la calidad del producto, así como la productividad y el rendimiento. A cambio de una menor capacidad de carga en comparación con los robots tradicionales, los cobots ofrecen a los fabricantes diferentes y nuevos beneficios, como funcionar junto a personas sin una valla de seguridad en el medio”.
En este sentido, a diferencia de los robots tradicionales que requieren programación a nivel de ingeniero, los cobots están diseñados para simplificar la programación a través de interfaces hombre-máquina (HMI, por sus siglas en inglés) familiares para cualquiera que haya usado un teléfono inteligente.