Los mercados de resina se analizan con regularidad tomando en cuenta el crecimiento de la oferta y la demanda dentro de una región, lo que involucra hacer proyecciones sobre la economía, la población, los proyectos de expansión y el comercio. Sin embargo, algunos sucesos del año pasado también nos han recordado que persisten eventos menos fáciles de predecir, como los desastres naturales, que a veces pueden tener mayor influencia en los mercados que otros factores.
El Polietileno (PE) es uno de los mejores ejemplos, ya que la dinámica de este mercado cambió de modo dramático en menos de un año. Los pronósticos de algunos analistas, al inicio del 2017, sugerían que el año terminaría con un fuerte nivel de sobreoferta y precios más competitivos, debido al arranque de aproximadamente 3.2 millones de toneladas de capacidad adicional de PE en Norteamérica. Este anticipo siguió siendo válido hasta finales de agosto, cuando, en unos pocos días, el Huracán Harvey causó el paro de casi la mitad de su capacidad en Norteamérica.
Al principio, la mayor preocupación era que la tormenta dañaría las plantas localizadas cerca de su trayectoria, pero, de manera sorprendente, lo que causó desastres más fuertes fue la copiosa cantidad de lluvia que inundó la ciudad de Houston, donde no sólo está un porcentaje significativo de la capacidad de la región, sino también un centro importante de exportación hacia México y otras regiones.
Por fortuna, la mayoría del daño causado a las plantas afectadas e infraestructura logística pudo ser resuelto en cuestión de semanas, pero algunas plantas grandes no pudieron volver a arrancar sino hasta los últimos días del año. Asimismo, las plantas nuevas en Texas -contempladas para arrancar en el cuarto trimestre- sufrieron retrasos, lo que causó una escasez extrema para casi todos los tipos de PE, situación que, en algunos casos, se prolonga hasta ahora.
El efecto completo de este desastre natural fue que el mercado de PE, en lugar de terminar el año con mejor disponibilidad y a precios más bajos, terminó con un incremento de casi 15% durante la segunda mitad del año 2017, y dada la fuerte demanda que ha habido desde entonces, los precios del PE todavía no han podido regresar a los niveles que tenían antes de la tormenta. Hace unos meses ocurrió otro ejemplo.
De manera repentina y sorprendente, cuando la tormenta invernal Inga causó que las temperaturas en la costa del golfo de Estados Unidos bajaran a niveles de hasta -5 grados centígrados, dado que esta región raramente experimenta este tipo de frío, muchas ciudades no estaban preparadas para acondicionar las calles y carreteras, que, de improviso, quedaron cubiertas por una combinación de hielo y nieve, paralizando el movimiento de varias ciudades por casi tres días, incluyendo varias plantas del sector petroquímico. Aunque los productores de resina en general no reportaron problemas con sus operaciones, varias empresas se declararon afectadas la semana después de la tormenta, una vez que se hicieron evidentes los problemas con la producción de algunas resinas y/o de sus materias primas.
Dentro de la lista de plantas afectadas destacaron dos productores grandes de Polietileno de Alta Densidad (PEHD), dos productores de monómero de Propileno, que contribuyeron a subir los precios de esta materia prima en 18%, en un solo mes, y, por último, un par de productores de Estireno, lo que provocó un incremento de casi 15% en su precio, en el periodo que va de diciembre a febrero.
No obstante, esta tormenta invernal no causó un daño similar a la magnitud del huracán Harvey, ya que, en pocos días, puede afectar la producción de productos químicos por periodos largos y, en consecuencia, incrementos en los precios de estos.
Desafortunadamente, los desastres naturales, como los mencionados en este artículo, seguirán siendo eventos sorpresivos, y por lo mismo, no se contemplan a la hora de formular un pronóstico de precios y oferta/demanda. Sin embargo, hay que tenerlos en cuenta, porque ofrecen una advertencia y nos recuerdan que, aunque haya tiempos de certeza en un pronóstico, cualquier evento inesperado—sea grande o chico—puede alterar al mercado de forma drástica. Por lo tanto, la habilidad de poder seguir una estrategia de trabajo y, al mismo tiempo, mantener flexibilidad para poder soportar periodos volátiles no anticipados, quizá sea uno de los atributos más importantes para los participantes de mercado en la Industria Petroquímica, que seguirá experimentando, sin duda, tiempos de volatilidad en el futuro