Coca-Cola dio a conocer sus planes para fabricar tapas de botellas a partir de emisiones de Co2 (dióxido de carbono) extraído de la atmósfera. La empresa, uno de los mayores productores de plástico, está financiando una prueba de tres años en la Universidad de Swansea como parte del objetivo de la empresa de alcanzar cero emisiones netas para 2040.
La compañía detalló que parte de sus envases de plástico actuales se fabrican a bajo costo y a partir de combustibles fósiles. Su objetivo ahora es «capturar» CO2 del aire, o de las emisiones de las fábricas, para producir un ingrediente clave para los plásticos.
«El plástico que fabricamos hoy libera mucho dióxido de carbono al medio ambiente», afirmó el investigador principal del proyecto, el profesor Enrico Andreoli, asociado al proyecto.
«Nuestro material de partida es el dióxido de carbono, por lo que desfosilizamos completamente el proceso y fabricamos plástico libre de combustibles fósiles y carbono fósil», agregó.
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Plástico libre de combustibles fósiles
Al respecto, el profesor Andreoli, químico industrial, dijo que «la magia ocurre» en un pequeño electrodo negro donde una carga eléctrica pasa a través de una mezcla de CO2 y agua, produciendo etileno, un ingrediente clave en el tipo de plástico flexible que se usa en las tapas de las botellas.
«Queremos demostrar que la tecnología funciona en el laboratorio», mencionó el catedrático quien aseguró que el «éxito» de esta prueba sugeriría formas de ampliar el proceso.
Coca-Cola dice que tendrá que hacer «apuestas radicales» en nuevas tecnologías para intentar alcanzar su objetivo de cero emisiones netas en 2040 El objetivo de la compañía es utilizar CO2 «capturado» como recurso, tomándolo del aire cerca de sus fábricas o directamente de sus propias chimeneas.
Actualmente, el etileno se produce como subproducto barato de la refinación de productos petroquímicos, con combustibles fósiles calentados a más de 800 °C (1472 °F), «rompiendo» las moléculas necesarias para fabricar plástico.
Reducir la huella de carbono
El proceso produjo más de 260 millones de toneladas de emisiones de CO2 en 2020, o casi el 1% de las emisiones totales de CO2 del mundo, según el grupo de seguimiento climático Global Carbon Project.
Craig Twyford, director de la división de riesgo de Coca-Cola para Europa y el Pacífico, dijo que la promesa de la compañía de una reducción del 30% en su huella de carbono para 2030 provendrá principalmente del uso de más plásticos reciclados.
En un proyecto similar, la empresa está financiando una investigación en California para convertir el CO2 en un azúcar artificial.
