En Estados Unidos, la manufactura aditiva se utiliza, principalmente, en los sectores: aeroespacial y automotriz. “Se crean desde prototipos, hasta piezas funcionales”, explica Jesse Roitenberg, National Education Manager de Stratasys, en entrevista para Ambiente Plástico. Sin embargo, refiere el directivo, “los retos son los mismos que en México y América Latina”.
A pesar de la popularidad que goza actualmente la impresión 3D, adquirir equipos y ajustar los procesos de manufactura, según Jesse Roitenberg, sigue siendo un desafío para las universidades, en donde lo ideal sería empezar a forjar ingenieros en este campo.
“Los estudiantes están expectantes, y muchos de ellos escogen escuelas que integren estas tecnologías en sus planes de estudio”.
De las cosas más impresionantes que se han producido en Estados Unidos con impresión 3D, indicó, “sobresalen piezas que ahora mismo están en el aire”, gracias a la industria aeroespacial.
Pero el sector médico no se queda atrás, apuntó nuestro entrevistado, ya que también se imprimen prótesis que funcionan como piernas y brazos, y que están salvando vidas.
“Las restricciones en manufactura aditiva se relacionan directamente con lo que quieres diseñar. Uno es capaz de hacer lo que sea. Los límites, por el momento, son los materiales. Aunque recordemos que hace cinco años se decía que imprimir un teléfono que funcionara sería imposible, y ahora podemos hacerlo sin problemas”.
Tecnología 3D, una visión local
En México, la mayoría de las universidades, tanto privadas, como públicas, informó Carlos Ramírez, Territory Manager de Stratasys México, ya integran de alguna manera tecnología 3D.
No obstante, aseguró el experto, estos equipos se mantienen en áreas donde no es fácil para los alumnos acceder, puesto que son, a decir de la institución académica: laboratorios especializados.
“Muchas veces, el material que se utiliza para imprimir en universidades es el mismo que se emplea en la industria Manufacturera. Aunque, por precio, son más comunes los materiales menos especializados. De cualquier forma, se desarrollan prototipos funcionales que, de justificarse su utilidad, podría imprimirse en una máquina más sofisticada y con un material más caro”.
Nylon 12, y otros
De acuerdo con Carlos Ramírez, el Nylon 12, con carga de fibra de carbono, es de los materiales más utilizados en manufactura aditiva que, por tratarse de un material rígido y resistente, se emplea, principalmente, para ensamble de herramentales.
El Ultem 1010, que soporta procesos que van de 180°C, hasta 213°C, y que pasa inmediatamente a -5°C, también es popular en la industria Manufacturera. Como lo son los materiales flexibles que protegen de rayaduras las partes de un auto.
El ranking mundial de la tecnología 3D
En Latinoamérica, Brasil y México lideran la lista de adopción de tecnología 3D, y la explicación es entendible, asegura Carlos Ramírez, ya que dichos países, en general, son muy fuertes en manufactura.
“México trasciende sobre todo en la industria Automotriz, pero Chile, Argentina, Perú y Colombia van creciendo en manufactura de distintos sectores, y en centros de desarrollo de producto, cada uno a distinto nivel, porque las necesidades, comparando un lugar con otro, son particulares”.
Sobre el tema sostenible, que tanto importa a nivel mundial, destacó la eficiencia energética de los equipos, así como la reciclabilidad o reuso de las aplicaciones que se generan con impresión 3D.
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