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Calentamiento global: la naturaleza desatada

Esa es la mala noticia y ya no podemos hacer nada para detener el calentamiento global. Pero la buena es que, si actuamos de inmediato y en conjunto, tal vez podemos mitigar el daño causado, que no es poco. Quizás haya un atisbo de esperanza de que los recortes profundos en las emisiones puedan estabilizar el aumento de las temperaturas.

Y aunque los expertos prácticamente indiquen que ya estamos condenados a vivir con las consecuencias de un planeta muy acalorado, todavía queda la esperanza en el aire de estabilizar el calentamiento global y contar con una breve ventana de oportunidad para minimizar el daño que le hemos hecho a la Tierra y, también, a nuestro estilo de vida futuro.

Pero por desgracia, el nivel de gases de efecto invernadero en la atmósfera es tan alto “como para resentir una alteración del clima durante décadas, por no decir siglos”, según apunta con su vara de profeta el Grupo Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés), en su sexto Informe de Evaluación, el primero en siete años, adoptado por 195 países, el pasado 10 de agosto, y que se entregará completo en cuatro partes hasta el próximo año.


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Vaticinaron que para 2030 —10 años antes de lo estimado— se puede alcanzar el umbral de +1.5 °C, aunque con riesgos de desastres “sin precedentes” para la humanidad. El planeta será afectado por canículas y por inundaciones.

Cabe recordar a los lectores que el IPCC fue creado en 1988 por dos Organismos de las Naciones Unidas, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Compuesto por expertos y científicos. El IPCC publica periódicamente informes y estudios sobre el cambio climático.

Recientemente, un Grupo de 234 científicos evaluó, luego de examinar con todo detalle más de 14,000 ensayos científicos, cómo el calentamiento global acabará por transformar al mundo de manera palpable en las próximas décadas.

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De acuerdo con los autores, las emisiones continuas de gases de efecto invernadero están por rebasar el límite de la temperatura global en poco más de una década y suscitar olas de calor intolerables, huracanes cada vez más potentes y dañinos y otros fenómenos meteorológicos extremos que serán, sin duda, más severos.

Esta evaluación supone el fracaso del Acuerdo de París, que pretendía limitar el calentamiento por debajo de +1.5 °C si fuera posible.

Los escenarios de la intranquilidad

El informe enfocó cinco escenarios posibles (previstos en las cinco hipótesis de la investigación) que van del más optimista al más pesimista, y en ellos, debido a las emisiones, la temperatura del planeta podría alcanzar cerca del año 2030 el umbral de +1.5 °C, respecto de la era preindustrial, y antes del año 2050, superar este umbral e incluso llegar a +2 °C si antes no se reducen las emisiones de manera drástica.

¿Indicios?, sobran. Hay incendios forestales por doquier (Canadá, Estados Unidos, Rusia, Italia, Grecia y Turquía), y hay inundaciones nunca vistas en la historia reciente (Alemania, Bélgica, Holanda, Reino Unido, Sudán, Corea del Norte y China), amén de olas de calor como las experimentadas recientemente en Grecia y el oeste de Norteamérica. Como reporta el New York Times: hasta “la Amazonía ha empezado a emitir dióxido de carbono y Madagascar pasa hambre debido a la intensa sequía en el sur del país”. Las imágenes de la naturaleza violentada por catástrofes de diversa índole se han vuelto más que habituales. ¿Nos acostumbraremos a eso?

El humano indolente

Además, el informe confirma que “es inequívoco que la influencia humana ha calentado la atmósfera, los océanos y la tierra”. De hecho, «la atribución a la influencia humana”, a su indolencia, “se ha fortalecido en la última década». El clima extremo ya se notaba en todo el mundo desde 1950, y ha empeorado al paso del tiempo, con aumento de las temperaturas, con tormentas más frecuentes; olas de calor, sequías, inundaciones y aumentos del nivel del mar.

Es muy posible que nunca en 125,000 años haya hecho tanto calor en el planeta como durante la última década, y es que las personas jamás quemaron tanto carbón, gas o petróleo como ahora. Los autores del Informe sostienen que, desde 1970, las temperaturas de la superficie global han aumentado más rápido que en cualquier otro período de 50 años durante los últimos 2,000 años, y creen que “este calentamiento «ya está afectando a muchos fenómenos meteorológicos y climáticos extremos en todas las regiones del mundo».

Linda Mearns, del Centro Nacional estadunidense de Investigación Atmosférica, asevera que el cambio climático es peor y más rápido de lo temido, y advierte que irá de mal en peor: “No veo que ninguna zona esté a salvo. No hay ningún lugar al cual correr ni dónde esconderse”, anticipó la coautora del Informe.

A unos meses de la Cumbre Climática COP26 en Glasgow, Reino Unido (que se celebrará en noviembre), los expertos de Naciones Unidas advirtieron que no hay otra opción que reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

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En lo que toca a México, las especialistas mexicanas Ruth Cerezo-Mota, Tereza Cavazos y Cecilia Conde Álvarez, que participan en el Grupo y prevén en lo inmediato un aumento de la sequía y la ocurrencia de incendios forestales en buena parte del territorio nacional.

El nuevo informe del IPCC advierte que numerosos efectos del calentamiento global, sobre todo en los océanos y las zonas polares, “son irreversibles para los próximos siglos o milenios”, y calcula que el nivel del mar seguirá aumentando irremediablemente, entre 28 y 55 centímetros a finales de siglo con respecto a los niveles actuales, inclusive si se logran emisiones netas cero (pero en caso de que se doblen las actuales emisiones, la subida podría llegar a los 1.8 metros).

Autor: Mauro Barona. 

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