En los últimos años, la prohibición de bolsas tipo camiseta se ha vuelto una medida común en todo el mundo. La tendencia regulatoria avanza hacia restricciones cada vez más estrictas, impulsada principalmente por la necesidad de mitigar el impacto ambiental de los residuos plásticos.
Como respuesta, se ha promovido activamente el desarrollo de bolsas compostables y biodegradables, así como el uso de bolsas ecológicas reutilizables que han sustituido a las tradicionales bolsas tipo camiseta en supermercados y tiendas de conveniencia.
Sin embargo, la experiencia vivida durante la pandemia de covid-19 puso en evidencia un aspecto poco considerado en este debate: El papel crucial que las bolsas tipo camiseta desempeñaron en la contención del virus y en la logística sanitaria.
En la Ciudad de México, por ejemplo, la Ley de Residuos Sólidos (2021) había establecido la prohibición de las bolsas de plástico de un solo uso. No obstante, la entrada en vigor de esta medida tuvo que posponerse cuando la realidad impuesta por el SARS-CoV-2 —y una cuarentena prolongada— evidenció la necesidad de contar con estas soluciones higiénicas y prácticas.
¿Quién contra las bolsas tipo camiseta en tiempo de crisis?
Aunque para muchos la pandemia ya parece un recuerdo lejano, en Ambiente Plástico no olvidamos el rol determinante que jugaron las bolsas tipo camiseta durante los momentos más críticos de la emergencia sanitaria.
Su carácter desechable fue clave para reducir significativamente el riesgo de contagio, al evitar el contacto con superficies reutilizables potencialmente contaminadas, como las bolsas de tela o ecológicas, que solo son seguras si se lavan de manera constante—a menudo, un hábito poco cumplido en la práctica.
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Durante el confinamiento, los servicios de entrega a domicilio se convirtieron en una necesidad esencial para millones de personas. Y, en este contexto, las bolsas tipo camiseta ofrecieron una solución práctica, higiénica y de bajo costo para transportar alimentos, medicinas y productos básicos.
Asimismo, su amplia disponibilidad y facilidad de almacenamiento permitieron una respuesta logística rápida, especialmente valiosa para pequeños comercios y para programas de ayuda humanitaria.
SARS-CoV-2: Un precedente que plantea una pregunta fundamental
¿Qué riesgos enfrentamos ante una futura pandemia si las bolsas tipo camiseta están completamente prohibidas?
Las bolsas ecológicas, si no se lavan adecuadamente y de forma regular, pueden convertirse en vectores de virus y bacterias. Su uso generalizado durante una emergencia sanitaria podría agravar la propagación en lugar de contenerla.
Por otro lado, la falta de acceso inmediato a bolsas higiénicas y descartables puede dificultar la entrega segura de insumos en hospitales, centros de aislamiento o comunidades en situación vulnerable.
Además, alternativas más costosas como las bolsas compostables o de papel podrían resultar económicamente inviables para negocios pequeños, particularmente en un contexto de crisis económica.
Lamentablemente, las bolsas tipo camiseta fueron clasificadas de forma generalizada como plásticos de un solo uso, sin considerar que, en la práctica, estas aplicaciones suelen tener más de una vida útil.
Antes de su disposición final, muchas veces cumplen diversas funciones:
- Medio para transportar productos
- Protección secundaria en el hogar
- Bolsas para residuos
Lecciones que la pandemia de covid-19 nos dejó y que no debemos olvidar
Aunque el compromiso con la sostenibilidad debe continuar, la pandemia demostró que es necesario un enfoque equilibrado que considere la seguridad sanitaria y la resiliencia logística. En este sentido, las bolsas tipo camiseta, lejos de ser un símbolo de consumo irresponsable, podrían representar una herramienta estratégica en escenarios de emergencia.
La lección es clara: Más allá de su impacto ambiental, el valor de las bolsas de plástico debe evaluarse también desde una perspectiva de salud pública y respuesta ante crisis. En la planificación de futuras políticas, conviene no perder de vista este precedente.
Uso, clasificación y disposición segura de bolsas contaminadas
Las bolsas tipo camiseta o «t-shirt bags» suelen estar hechas de Polietileno (PE). Se utiliza Polietileno de Baja Densidad (LDPE) o Polietileno de Alta Densidad (HDPE), dependiendo de la resistencia y flexibilidad que se requiera. Tanto el HDPE como el LDPE son polímeros reciclables y están bien identificados en los sistemas de clasificación de residuos plásticos.
Hay que subrayar que las bolsas tipo camiseta de PE que han estado en contacto con residuos biológicos infecciosos (como pañuelos con sangre, guantes contaminados, material de curación, entre otros) no deben reciclarse ni mezclarse con residuos urbanos convencionales, ya que representan un riesgo sanitario.
Su destino debe ser exclusivamente la incineración controlada o el tratamiento especial aprobado para residuos peligrosos, según las normativas locales como la NOM-087 en México o regulaciones equivalentes en otros países.
Varios años después de la pandemia de covid-19, queda claro que en México y en el resto del mundo todavía hay mucho por comprender acerca de las bolsas tipo camiseta, puntualmente en lo relacionado con su manejo post-consumo y su valor como solución plástica en contextos de crisis sanitaria.
¿Estamos realmente preparados para enfrentar una nueva pandemia sin recurrir al uso de plásticos?
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