Investigadores de Estados Unidos y Reino Unido lograron “ajustar” nuevos biomateriales termoplásticos para permitir un control independiente tanto de la velocidad a la que se degradan en el cuerpo como de sus propiedades mecánicas. Con estos ajustes, se podrían desarrollar distintas aplicaciones médicas.
El nuevo material termoplástico, un tipo de poliéster, ha sido diseñado para su uso en la reparación de tejidos blandos o bioelectrónica flexible por un equipo integrado por investigadores de la Universidad de Duke (EU) y la Universidad de Birmingham en el Reino Unido.
¿Pueden los biomateriales termoplásticos reparar tejidos?
La ingeniería de la tasa de degradación en un material bioabsorbible generalmente también afecta sus propiedades mecánicas, debido a que la química utilizada para producir esas propiedades también gobierna la tasa a la que se degrada el material.
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En un estudio publicado en Nature Communications, los investigadores demostraron que la adición de ácido succínico, un producto que se encuentra de forma natural en el cuerpo humano, se puede utilizar para controlar la tasa de degradación.
Los investigadores mostraron cómo el nuevo termoplástico se degrada gradualmente durante un período de cuatro meses, posteriormente, los tejidos sanos crecen y eventualmente reemplazan el implante. Los científicos informaron que se llevaron a cabo pruebas en ratas para confirmar la biocompatibilidad y seguridad del material.
Al variar las cantidades de ácido succínico, el equipo pudo controlar la velocidad a la que el agua penetra en el material y, por tanto, la velocidad de degradación. Usualmente, los cambios estructurales que aumentan la velocidad de degradación causarían una pérdida de resistencia, pero este material ha sido diseñado con una estereoquímica específica que imita al caucho natural y permite controlar con precisión sus propiedades mecánicas.
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La compensación por cualquier pérdida de fuerza mediante la realización de ajustes estereoquímicos adecuados es un avance significativo que, hasta ahora, no se ha logrado en ningún otro biomaterial degradable, explicó en un comunicado de prensa de la Universidad de Birmingham.