La compañía formó una sociedad con Recenso GmbH, quien desarrolló una tecnología para convertir fracciones mixtas de plástico en aceite de procesamiento. El CTC de Recenso (Conversión Triboquímica Catalítica) lleva a cabo la licuefacción catalítica –que utiliza una combinación de fuerzas térmicas y físicas– para generar hidrocarburos. El producto puede utilizarse como energético y materia prima.
Basf anunció que el primer lote se introdujo en el craqueador a vapor en su planta de Ludwigshafen y, posteriormente, se usó para fabricar etileno y propileno. La tecnología y el proceso buscan reemplazar los aceites de origen fósil.
La empresa química crea productos piloto, que incluyen empaques de mozzarella, componentes para refrigeradores y paneles de aislamiento. Asimismo, garantiza su uso en aplicaciones con altos estándares de calidad e higiene, perfectos para proteger alimentos.