México es la onceava economía más grande del mundo, la cuarta más importante productora de autos, la quinceava más exportadora y el mayor socio comercial de los Estados Unidos, por encima de Canadá, China, Japón y Alemania, informa Francisco Cervantes, presidente de la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) en un contexto de crisis sanitaria por COVID-19.
Como refiere el directivo, también es uno de los países productores más importantes para la industria Aeroespacial, de Equipos Médicos, de Computación, de Telecomunicaciones, además de la cerveza y de diversos productos agrícolas, entre otros.
Todo lo anterior –explica–, permite fomentar el consumo de lo hecho en México y desarrollar encadenamientos productivos nacionales, lo que favorece el empleo masivo y la mano de obra calificada en diversas regiones del país; “de ahí que seamos una potencia emergente, con probabilidades de ser una de las mayores economías del mundo en las próximas décadas”.
Durante su participación en la Conferencia Nacional para la Recuperación Económica, organizada por el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), hizo énfasis en el grado de diversificación industrial que México alcanzó en los últimos 30 años, así como en la estratégica ubicación geográfica de la nación y otros factores, como la juventud de la población, los 13 tratados de libre comercio celebrados con 50 países y los 32 acuerdos para la promoción y protección recíproca de las inversiones.
En este sentido, apunta: “Es importante concentrarse en consolidar lo logrado, que si sabemos acompañar de reformas, como la mejora de educación, de infraestructura y tecnología, además de garantizar seguridad y un sólido estado de derecho, se tendrán beneficios que acelerarán el crecimiento y apoyarán el logro de los más importantes objetivos sociales”.
Grandes desafíos económicos
El proceso de transformación (como el hierro que se genera en algún lugar para luego convertirse en una antena celular) promueve que las sociedades actuales tengan una dinámica extraordinaria, señala Alicia Salgado, periodista y moderadora de la sesión: Atención a la Crisis en las Cadenas de Valor de la Industria.
No obstante, la periodista y los integrantes de la conferencia virtual coinciden en que al interrumpirse una cadena de valor, es decir, cuando falta el suministro de alguno de los insumos, se presenta una crisis mayor, como la que ocurre actualmente en México y en el mundo debido a la pandemia.
A decir de Alicia Salgado, “esta situación nos ha llevado a un terreno bastante incierto, porque no sabemos cuándo o cómo se va a controlar; sabemos que tiene un efecto devastador sobre el ser humano y para evitar el contagio se ha cerrado la actividad económica”.
La voz de los industriales
Fausto Oliveira Acosta, presidente ejecutivo de Nestlé, define la situación actual en el mundo como algo nunca antes vivido por nuestra generación. Como menciona el directivo, en comparación con otras crisis, la del COVID-19 es distinta, puesto que sus consecuencias todavía son desconocidas.
En cuanto a la crisis económica que se avecina, “hay que discutir políticas macroeconómicas, tasas de interés, cómo le damos más apoyo a las PyMEs, hoy las empresas están muy afectadas por el tema de la retención del IVA”.
Ante un escenario como este, Ary Naïm, representante en México de la Corporación Financiera Internacional (IFC), recomienda proteger al empleo para no perder al personal calificado, capacitado y formado: “Perder esa capacidad puede significar un atraso de varios años en la recuperación para el país”.
Por su parte, Javier González Franco, director general en Grupo BIMBO, subraya que la seguridad en carreteras, rutas y calles debe ser un tema prioritario para las autoridades de los tres órganos de gobierno, a fin de garantizar el abasto de alimentos para todas las familias.
“Una cadena es tan fuerte como lo es su eslabón más débil; esta crisis no se trata de decidir si se apoya a las pequeñas, grandes o medianas empresas, se trata de que todas sumemos esfuerzos para apoyar a México y superar juntos estos momentos difíciles”.
Juan Ignacio Garza Herrera, presidente de la Cámara de la Industria de Transformación (Caintra) Nuevo León, puntualiza en la reactivación de las cadenas productivas: “Si los Estados Unidos empieza a operar es imprescindible que México lo haga también; tomando como ejemplo la industria Automotriz, Estados Unidos no podría arrancar si México (quien provee de piezas para atender a este sector) no lo hace”.
Sobre el tema sanitario, la responsabilidad de los empresarios, indica, reside en cuidar la salud del personal que labora en plantas, oficinas y en toda la cadena de valor. Empresas esenciales o no, “debemos asegurar que el capital humano esté bien, que nuestros proveedores cumplan; de nada sirve estar trabajando y ser una empresa esencial si los proveedores cadena abajo no operan, no llegan los insumos”.
En relación a lo que es esencial o no, Verónica Martínez, secretaria de la Comisión de Economía en el Senado de la República, asegura que muchas de las actividades clasificadas como no esenciales son indispensables para que las actividades esenciales se puedan llevar a cabo. “Y no sólo eso, el T-MEC entra en vigor el próximo 1 de julio y gran parte de las actividades económicas que se desarrollan en México son complementarias de las actividades tanto de Estados Unidos como de Canadá”.
De forma adicional, en las conferencias promovidas por la CCE, trasciende la elaboración de una nueva teoría económica, liderada por Ernesto Acevedo, subsecretario de la Secretaría de Economía (SE), con la que se busca armonizar este proceso de transición económica nacional.
En pocas palabras, no sabemos cuánto durará la pandemia, por lo que resulta esencial acostumbrarnos a una nueva normalidad de distanciamiento social y precauciones sanitarias en función de preservar la salud, producir y seguir protegiendo los empleos, sincronizar las cadenas regionales y aprovechar al máximo los tratados de libre comercio.