La historia de Peter Kramer no empieza con un acta constitutiva ni con un acto solemne. Comienza con una decisión. La de un joven alemán que, tras estudiar Comercio Exterior en Hamburgo, decidió mirar hacia Latinoamérica con una convicción poco común para su época. Lo que parecía un destino pasajero se convirtió en un legado industrial que sigue vivo seis décadas después.
De Hamburgo a México: El origen de una vocación
Peter Kramer tenía el mundo por delante y, según los planes originales, su carrera lo llevaría a Colombia, donde dirigiría una filial exportadora de maquinaria. Pero antes de partir, aceptó un encargo temporal para cubrir la oficina en México. Aquella escala técnica terminó marcando su vida. México no sólo lo recibió: Lo conquistó.
Durante esos primeros años, Peter Kramer recorrió fábricas en Alemania, estudió procesos y se formó con los pioneros de la maquinaria para plásticos, como Hans Lindner. Aunque muchas de aquellas empresas no sobrevivieron al tiempo, en él germinó una vocación: La de llevar tecnología, formación y excelencia al corazón de una industria emergente.
Nace Avance Industrial: Más que una empresa, una visión
En enero de 1963, junto con Joaquín Piña de la Vega y Ben Propfe, Peter Kramer fundó Avance Industrial. Lo que inició como una pequeña distribuidora de maquinaria pronto se convirtió en una referencia nacional en el sector de transformación de plásticos.
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Pero el éxito no estuvo solamente en la tecnología que traían. Radicó, sobre todo, en el modelo de Kramer: Uno donde el cliente no era solo comprador, sino aprendiz, socio y parte de una comunidad técnica. Impulsó programas de capacitación especializada, fomentó la creación de asociaciones industriales y apostó por el desarrollo profesional de su equipo. Su enfoque no era transaccional; ha sido educativo y humano.

Una visión que trasciende generaciones
Uno de los legados más profundos de Peter Kramer fue sembrar su pasión en su hijo, Alexander Kramer, quien se graduó como uno de los pocos mexicanos en Ingeniería en Plásticos en Alemania. Desde 1994, Alex Kramer ha sido una pieza clave en la evolución de Avance Industrial, combinando la herencia de su padre con innovación y estrategia para nuevos tiempos.
En 2017, esa visión de futuro se materializó en el Centro Técnico de Avance Industrial en Querétaro: Más de 5,000 metros cuadrados dedicados a la innovación, formación y soporte técnico especializado. Un espacio que representa la filosofía de Peter Kramer: Que el conocimiento y la tecnología deben estar al servicio de las personas.
El legado que sigue avanzando
Al celebrar 60 años de Avance Industrial, no se conmemora solamente una trayectoria empresarial. Se honra una manera de hacer industria: Con ética, con rigor técnico y con un compromiso inquebrantable por el desarrollo de México.
Peter Kramer es más que el fundador de una empresa. Es el arquitecto de una cultura industrial basada en el respeto, la excelencia y el trabajo bien hecho.

“Me siento muy agradecido de todo el apoyo que recibí desde un principio para encontrarme bien aquí, para sentirme bien aquí y para tener éxito en mi actividad”, dijo Peter Kramer en una entrevista reciente con Ambiente Plástico.
Ese agradecimiento mutuo entre un hombre y el país que eligió como hogar sigue presente en cada máquina instalada, en cada técnico capacitado y en cada innovación que Avance Industrial impulsa.
Peter Kramer es, y seguirá siendo, el origen de un legado que no se detiene. Un legado que sigue avanzando.
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