La industria automotriz mexicana (y en consecuencia nuestro sector del plástico que se nutre de ella) se quedó sin aliento ante el sorpresivo rumbo que ha tomado la administración del Presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
México ha adoptado una postura firme pero colaborativa con Estados Unidos, con el objetivo de reducir el impacto de los aranceles mediante la obtención de descuentos específicos por modelo y marca de automóvil.
El gobierno mexicano, encabezado por la Presidenta, Claudia Shainbaum, destaca la importancia de la industria automotriz como una de las más integradas de Norteamérica, lo que podría ser un argumento clave en las negociaciones que sigan en el futuro próximo.
Cómo afectan los aranceles a la Industria del Plástico mexicana y estadounidense
Los aranceles del 25% inciden negativamente en el desarrollo de la Industria del Plástico en México. Cabe recordar que este sector, que exporta productos como resinas y componentes plásticos a Estados Unidos, enfrenta desafíos importantes debido al aumento de costos y la interrupción de cadenas de suministro.
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La Asociación Nacional de la Industria del Plástico (Anipac) estima que estos aranceles podrían ocasionar una afectación económica de al menos 2,255 millones de dólares en 2025, lo que equivale al 24% del valor de las exportaciones de productos plásticos realizadas en 2024.
Además, el plástico y sus derivados están presentes en 80% de las cadenas de suministro de manufacturas mexicanas. Esto significa que cualquier incremento en los costos de producción tendrá un efecto expansivo en múltiples mercados.
Estados Unidos también enfrenta desafíos, ya que gran parte del plástico utilizado en el Medio Oeste proviene de México y Canadá. La transición hacia proveedores locales podría ser compleja, confusa y costosa para el país vecino del norte, comprometiendo industrias clave como la automotriz y la electrónica.
México apuesta por la competitividad regional
Una de las principales iniciativas del gobierno mexicano ha sido el fortalecimiento del «Plan México», que busca atraer inversiones extranjeras y fomentar el nearshoring. Así como generar condiciones para nuevas inversiones, ofreciéndoles a la multinacionales facilidades para que reubiquen sus operaciones en México.
La imposición de aranceles elevados por parte de Estados Unidos a países asiáticos, como China, Malasia y Vietnam, ha encarecido la producción en esas regiones, lo que ha hecho que México se vuelva más competitivo. De forma adicional, el T-MEC aún ofrece ventajas arancelarias que refuerzan la posición estratégica del territorio mexicano.
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