El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que buscará imponer nuevos aranceles para los automóviles de “alrededor del 25%”, y tarifas similares para las importaciones de semiconductores y productos farmacéuticos.
Se trata de una más de las medidas propuestas por la administración del gobierno estadounidense que podrían tener fuertes implicaciones para el comercio internacional.
El comercio internacional se prepara para los aranceles de Trump
El pasado viernes 14 de febrero, Trump dijo que los gravámenes sobre las importaciones de los automóviles podrían entrar en vigor el próximo 2 de abril, un día después de que los miembros de su gabinete deban entregarle informes sobre las opciones para una serie de derechos de importación en su intento de reestructurar el comercio global.
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Trump ha criticado durante mucho tiempo lo que él llama el trato injusto a las exportaciones automotrices estadounidenses en los mercados extranjeros.
La Unión Europea, por ejemplo, aplica un arancel del 10% a los vehículos importados, mientras que Estados Unidos solo grava con un 2.5% los automóviles de pasajeros. Sin embargo, en el caso de camionetas importadas fuera de México y Canadá, Estados Unidos impone un arancel del 25%, lo que ha beneficiado a fabricantes en Detroit, según rescata la agencia Reuters.
Impacto en las relaciones comerciales con la UE
El jefe de comercio de la Unión Europea, Maros Sefcovic, se reunirá este miércoles en Washington con altos funcionarios estadounidenses para discutir estos nuevos aranceles. Entre los representantes estadounidenses estarán el secretario de Comercio Howard Lutnick, el candidato de Trump a representante comercial Jamieson Greer, y el director del Consejo Económico Nacional Kevin Hassett.
Cuando se le preguntó sobre posibles represalias comerciales, Trump aseguró que la Unión Europea (EU) ya había dado señales de que reduciría sus aranceles sobre automóviles estadounidenses al mismo nivel que EU, aunque legisladores europeos han negado esta afirmación.
Aranceles a la industria farmacéutica y de semiconductores
Trump también adelantó que planea tarifas sectoriales del 25% o más para los productos farmacéuticos y chips semiconductores, con aumentos progresivos en el transcurso de un año. Sin embargo, no especificó una fecha exacta para su implementación, ya que su objetivo es dar tiempo a las empresas para trasladar sus fábricas a EE.UU. y así evitar los aranceles.
Además, mencionó que espera anuncios de nuevas inversiones en EE.UU. por parte de grandes compañías en las próximas semanas.
Revisión de la política arancelaria de Trump
Desde su toma de posesión, Trump ha intensificado su estrategia proteccionista, con medidas como:
- Un arancel del 10% a todas las importaciones desde China, debido al incumplimiento de Pekín en detener el tráfico de fentanilo.
- Aranceles del 25% a productos de México y Canadá, aunque posteriormente fueron retrasados un mes.
- Desde el 12 de marzo, un arancel del 25% sobre acero y aluminio importados, eliminando exenciones para socios comerciales clave como la UE.
La semana pasada, Trump ordenó a su equipo económico diseñar un sistema de aranceles recíprocos, donde los aranceles de EE.UU. sean equivalentes a los de cada país, producto por producto.
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¿Cómo afectaría un arancel del 25% al comercio global?
Estos cambios en la política comercial norteamericana podrían impactar gravemente el comercio internacional, afectando a fabricantes, distribuidores y consumidores en todo el mundo.
El sector automotriz, ya golpeado por la incertidumbre comercial, podría enfrentar un cambio radical si se imponen estos aranceles. En 2018 y 2019, Trump ya había amenazado con tarifas similares, pero finalmente no las aplicó.
En el caso de la producción de microchips, nuevos aranceles tendrían un impacto directo en los costos logísticos y de producción, lo que podría transformarse en aumentos en cientos de productos finales para los consumidores, desde artículos electrónicos, pasando por línea blanca hasta los automóviles.