Un nuevo estudio elaborado por un equipo europeo y publicado en Environmental Science & Technology concluyó que “reemplazar los plásticos con alternativas es peor para las emisiones de gases de efecto invernadero en la mayoría de los casos”.
Los plásticos liberan hasta 90% menos emisiones que las alternativas
El equipo, liderado por Fanran Meng de la Universidad de Sheffield, consideraron las emisiones de la producción, el transporte, el uso y la eliminación al final de su vida útil, incluidos el vertido, la incineración, el reciclaje y la reutilización.
Al calcular los ciclos de vida del producto, los productos de plástico liberan entre un 10 y un 90% menos de emisiones que las alternativas plausibles, a menudo porque se necesita menos energía para fabricarlos y transportarlos.
Plásticos vs el papel
Tan sólo en los Estados Unidos, más de 500 ciudades y 12 estados ha prohibido las bolsas de plástico para supermercado, sin embargo, los investigadores descubrieron que la producción de bolsas de plástico para supermercado emite un 80% menos de gases de efecto invernadero que las bolsas de papel.
La producción de bolsas de papel emite tres veces más gases de efecto invernadero que las de plástico, y las emisiones del transporte son mayores porque las bolsas de papel pesan seis veces más que las plásticas. Además, las bolsas de papel emiten metano, que calienta el planeta, al pudrirse en los vertederos.
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Plásticos vs aluminio
Otras alternativas a las botellas de plástico que se promueven como más circulares son las latas de aluminio y las botellas de vidrio. Aunque las latas de aluminio suelen reciclarse, los investigadores descubrieron que, a lo largo de su ciclo de vida, emiten el doble de gases de efecto invernadero que las botellas de plástico.
Las botellas de vidrio emiten tres veces más.
El futuro de los plásticos
Cada vez más países aprueban legislaciones que buscan restringir la producción y comercialización de los llamados plásticos de un solo uso. Y si bien esta decisión puede ser beneficiosa si se suma a una campaña de reutilización y revalorización del plástico, lo cierto es que las solas prohibiciones no sólo no parecen mejorar los problemas ambientales, sino que incluso podrían agravarlo.
Por ejemplo, el equipo descubrió que cambiar las películas plásticas por papel de estraza significó, incluidas las emisiones de producción y las relacionadas con el deterioro de alimentos como carnes de cerdo y de vacuno, significaron un 35% más de gases contaminantes.
La construcción también necesita plásticos
Ahora bien, cuando los investigadores analizaron las emisiones relacionadas con la construcción, encontraron que las tuberías de cloruro de Polivinilo (PVC) emiten un 45% menos de gases de efecto invernadero que las tuberías de hormigón, y un 35% menos que las tuberías de hierro.
En la construcción residencial, las tuberías fabricadas con Polietileno (el plástico básico más utilizado) son marginalmente mejores que las tuberías de cobre, ya que emiten un 3% de gases de efecto invernadero.
Conclusión
El documento publicado por Environmental Science & Technology concluyó que las alternativas convencionales a los plásticos actuales son generalmente mucho peores en lo que respecta a las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los investigadores destacaron que «cualquier acción tomada o política empleada para reducir los impactos de los plásticos debe examinarse cuidadosamente para asegurarse de que las emisiones de gases de efecto invernadero no aumenten involuntariamente a través de un cambio a materiales alternativos con mayores emisiones».