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Músculos textiles: los tejidos recubiertos con plásticos conductores en la ropa inteligente

Los músculos textiles son un campo de investigación tremendamente joven, su desarrollo es resultado de la investigación en Suecia por la Universidad de Linköping y la Universidad de Borås.

Gracias a tejidos recubiertos con plásticos conductores, en el futuro cercano podrá ser posible diseñar ropa que facilite levantar objetos pesados, dar abrazos a la distancia y ayudar a las personas con discapacidad visual a orientarse en el entorno urbano.

¿Qué son los músculos textiles?

En el mundo de la logística y la manufactura se vuelve cada vez más común encontrar exoesqueletos compuestos por diversas piezas mecánicas que facilitan el trabajo duro en almacenes y pistas de carga. Los músculos textiles, sin embargo, operan con otro principio: son hilos recubiertos con plásticos que aportan una nueva dimensión a las prendas tradicionales.

En 2017, Edwin Jager, profesor de la Universidad de Linköping, y su equipo de investigación, junto con investigadores de la Universidad de Borås, demostró cómo un hilo común con un revestimiento de plásticos conductores (PEDOT y polipirrol) puede estirarse y encogerse al someterse a una corriente eléctrica.

El equipo después conectó en paralelo varios hilos y los tejió juntos para formar una sola tela. El resultado fue una tela con dinámica de movimiento mucho más compleja de lo que se podría pensar en un principio.


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«Estamos en contacto con textiles el 99% de nuestras vidas: la ropa que usamos, las sábanas en las que dormimos y el coche que manejamos. También existe un gran potencial para tejer textiles inteligentes que pueden ser útiles en la vida cotidiana de muchas personas», señaló Carin Backe, estudiante de doctorado en el Departamento de Tecnología Textil de la Universidad de Borås.

Su área de investigación es la tecnología de materiales textiles con un enfoque en estructuras textiles para actuación mecánica y comunicación táctil (háptica). Y la comunicación háptica es el área donde la investigación en músculos textiles ha llegado más cerca de la aplicación práctica.

Músculos textiles: los tejidos recubiertos con plásticos conductores en la ropa inteligente

Aplicaciones prácticas

Bajo un proyecto de la iniciativa Horizonte 2020 recientemente finalizado, los grupos de investigación de la Universidad de Liege y la Universidad de Borås, junto con la Universidad de Twente en los Países Bajos, la Universidad CY Cergy Paris en Francia y las empresas Elitac Wearables y Wearable Technologies, han desarrollado una manga con músculos textiles tejidos que puede proporcionar retroalimentación háptica.

«En el proyecto nos centramos en la háptica porque los músculos textiles son actualmente demasiado débiles y lentos para funcionar como músculos reales», dice Backe.

Los investigadores pudieron demostrar cómo se puede utilizar la manga para el contacto social a distancia. Cada usuario lleva una manga conectada a su propio ordenador. Cuando una persona se acaricia la manga, la otra siente el contacto a través de su manga.

Lo que ocurre es que los sensores integrados detectan la presión de la persona que realiza la caricia. Estas señales se transmiten a la manga del receptor, donde el tejido se contrae debido a los músculos textiles. Esto crea una presión en la piel que se percibe como un toque. Pero la tecnología no solo es útil para las parejas que anhelan la proximidad en una relación a distancia.

«Para las personas con discapacidad visual, podría ser una opción obtener información sobre el entorno a través de la ropa para facilitar la navegación, por ejemplo, en entornos urbanos», mencionó Jager.

Músculos textiles: los tejidos recubiertos con plásticos conductores en la ropa inteligente

Otras aplicaciones

Los músculos textiles también podrían integrarse en un futuro cercano a la ropa de uso diario, en la industria de los videojuegos como complemento a la realidad virtual y en la industria de la construcción.

«Ahí es donde está el dinero ahora mismo (la industria de los videojuegos). Esta es quizás la dirección en la que se debe ir para comercializar el producto inicialmente. Después de eso, se puede invertir en otras aplicaciones más interesantes que beneficien a la sociedad», aseguró Jager.

El siguiente paso de la investigación es aumentar el peso que cada músculo textil puede levantar. A largo plazo, la visión es fabricar prendas enteras en las que se integren músculos textiles. Estos proporcionarían un exoesqueleto blando que no es visible desde el exterior.

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