Precios y volúmenes más bajaron provocaron una caída del 21% en las ventas de BASF SE. durante 2023. De acuerdo con un reporte de la empresa, el año pasado, sus ventas cayeron a 68.900 millones de euros (74.600 millones de dólares) de los 87.300 millones de euros (94.500 millones de dólares) que reportaron en 2022.
¿A qué se debe la caída en ventas?
Según explicó BASF en un mensaje a medios de comunicación, la caída de los precios de las materias primas se tradujo en una baja en las transacciones en la mayoría de sus segmentos de negocio, mientras que la débil demanda en muchas industrias de clientes provocó una caída en los volúmenes de ventas para todos los segmentos.
Las ganancias antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (EBITDA) antes de partidas especiales para el año cayeron un 28%, de 10.700 millones de euros (11.600 millones) en 2022 a 7.700 millones de euros (8.300 millones de dólares) en 2023.
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Cabe destacar que menores contribuciones a las ganancias de los productos químicos y los segmentos de materiales fueron un factor importante en la disminución de las ganancias, dijo la compañía. La reducción de márgenes y volúmenes también tuvo un impacto negativo.
BASF mencionó que, en un mercado extremadamente difícil con baja demanda, el EBIT antes de extraordinarios cayó en porcentajes de dos dígitos en todas las regiones.
«Sin embargo, en términos absolutos, nuestros equipos contribuyeron positivamente a los beneficios en todos los países importantes, a excepción de Alemania», afirmó el presidente Martin Brudermüller.
Resultados en condiciones globales difíciles
Los resultados alemanes también se vieron afectados por «desempeños sustancialmente negativos» en Ludwigshafen, su mayor centro de producción, con una baja demanda que afectó a los volúmenes tanto en los negocios upstream como downstream. Los altos precios de la energía también afectan a las empresas upstream.
«Por un lado, esta situación demuestra la alta competitividad y la salud del Grupo BASF en condiciones difíciles a nivel mundial», afirmó Brüdermüller. «Por otro lado, los resultados negativos en nuestra planta de Ludwigshafen muestran la necesidad urgente de tomar más medidas decisivas para mejorar nuestra competitividad».
En febrero de 2023, BASF anunció el cierre de su planta de materia prima TDI en Ludwigshafen.
Además de las actuales medidas de reducción de costos, en Ludwigshafen se planean otras reducciones de 1.000 millones de euros (1.080 millones de dólares) al año. Se lograrán ahorros de costos tanto en las áreas de producción como en las de no producción, y se reducirán los costos fijos impulsando la eficiencia en las estructuras de las empresas y adaptando las capacidades de producción a las necesidades del mercado. Los costos variables se reducirán mediante el rediseño de procesos. Habrá más recortes de empleo, cuyos detalles se están ultimando.
«El equipo directivo seguirá comprometido firmemente con la sede de Ludwigshafen», afirmó Brudermüller. «Queremos convertir a Ludwigshafen en el centro líder de producción de productos químicos con bajas emisiones de CO2, con alta rentabilidad y sostenibilidad. Nos centraremos en Ludwigshafen en el suministro del mercado europeo para seguir siendo el socio preferido de nuestros clientes.