El tapón de rosca parece un invento perfecto. De hecho, se ha demostrado que, en más de 50 años, luego de que un doctor canadiense inventó el tapón ‘Palm N Turn’ se han salvado las vidas de miles de niños que podrían haber fallecido por haber ingerido accidentalmente medicamentos.
Antes, la tapa de rosca, otro invento extraordinario, era tan simple que incluso un niño podía abrirlo…, pero ese era el problema. En los primeros días, a medida que la tapa de rosca ganaba popularidad, sus características roscas en espiral se abrieron camino en otros recipientes domésticos, como medicamentos y productos de limpieza.
El tapón ‘Palm N Turn’
Pero los niños podían acceder a estos productos con una facilidad alarmante, y en las décadas de 1950 y 1960, un pediatra canadiense de la provincia de Ontario, llamado Henri J. Breault, ya no hallaba minutos de reposo limpiando estómagos con una frecuencia alarmante. El envenenamiento accidental, por medicamentos de fácil acceso, fue una de las principales causas de lesiones en niños menores de cinco años y Breault se dio cuenta de que había una necesidad de empaques que protegieran a los niños.
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En colaboración con un grupo de farmacéuticos, médicos y una empresa de fabricación local llamada ITL Industries, inventó la tapa de seguridad infantil «Palm N Turn», una tapa de rosca que a los niños les resultaba difícil abrir (aunque no imposible, como demostró un estudio reciente donde un 18% de los niños evaluados logró abrir en menos de dos minutos las problemáticas tapas).
Así nació la Tapa Child Resistant Closure o Child Proof o Tapa a Prueba de Niños o Tapa Child Proof-Closure o simplemente Tapa CRC, que es una tapa inyectada de Polietileno de Alta densidad (HDPE) ensamblada con una retapa de Polipropileno (PP), el cual cuenta con un mecanismo de seguridad que impide que el frasco que está tapando, ya sea Pastillero, Gotero o Jarabero sea abierto por los niños, aunque éste intente jalar, morder o girar, no tendrá acceso a su contenido evitando accidentes por ingesta de medicamento.
Claro, tiene sus inconvenientes, ya que pueden ser frustrantes y complicados para ancianos y artríticos, pero, sin duda, los tapones de rosca de seguridad para niños valen la pena en última instancia porque salvan vidas.
