En la actualidad, se suelen ver dirigibles con fines publicitarios sobrevolando eventos sobre estadios colmados hasta el copete, pero la esencia del dirigible como medio de transporte y de carga está reviviendo, como muestran los ágiles cargueros de Flying Whales.
Después del desastre del Hindenburg en 1937, se consideró que la era de la aeronave había terminado. Además, de acuerdo con Foreign Policy, en los últimos años los precios del helio se han disparado a medida que la oferta se ha reducido. Lejos de usarse en globos de fiesta y dirigibles, el gas es necesario para escáneres de resonancia magnética y motores de cohetes. Pero las reservas de helio a menudo se escapan y se desperdician durante los proyectos de extracción.
Si bien antes ha habido escasez, el helio es un recurso no renovable y puede llevar mucho tiempo generarlo. Las estimaciones sugieren que el suministro de la Tierra podría desaparecer en este siglo. De ahí que, para que los dirigibles sean una forma sostenible de transporte aéreo, es necesario encontrar otro método de levitación (el hidrógeno es inflamable, por lo que no es una opción).
No obstante, la firma francesa (ver: https://www.flying-whales.com/), Flying Whales, está decidida a explorar todo el potencial de la aeronave con el lanzamiento de su primera nave programada para 2024. En septiembre pasado, de hecho, la firma seleccionó la suite de aviónica FlytX certificable, de Thales, y la nueva computadora de control de vuelo para su primera aeronave LCA60T. Estas soluciones certificadas de Thales proporcionan a la aeronave las capacidades necesarias para garantizar un vuelo seguro y una maniobrabilidad óptima.
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Flying Whales es una empresa establecida en 2012 para desarrollar e industrializar un dirigible de gran capacidad de 60 toneladas. Cabe recordar que después de una serie de discusiones con la Office National des Forêts (ONF – Oficina Nacional Forestal de Francia), se decidió que un dirigible sería particularmente efectivo para apuntar a los recursos naturales de difícil acceso en áreas como los Alpes, Córcega y la Guyana Francesa.
El desarrollo de esta solución permitió a la Agencia Forestal Francesa un aumento de grandes volúmenes de extracción de madera de áreas sin litoral. Romain Schalck, gerente de mercado de Flying Whales, declaró que: «Los dirigibles podrían usarse para recolectar troncos de árboles sin impactar el suelo al flotar sobre el sitio y cargar y descargar carga con cables».
Según los especialistas, el precio de la aeronave es menor que el de un avión y quizás un poco más que de un helicóptero. Varios componentes del dirigible de transporte de carga están hechos para ser amigables con el medio ambiente, como sus capacidades flotantes impulsadas por helio, sistema de propulsión híbrido-eléctrico y la falta de necesidad de infraestructura adicional durante los despegues y aterrizajes.
Dado que el dirigible utiliza helio para flotar, el LCA60T tiene un bajo consumo de combustible en comparación con los aviones tradicionales. El sistema de propulsión eléctrica híbrida que impulsa la aeronave también le da a Flying Whales la oportunidad de girar a propulsión eléctrica completa en el futuro, disminuyendo aún más la huella de carbono de la aeronave. Esta solución mostró que se puede ofrecer un costo operativo muy bajo sin casi ningún impacto ambiental. Las opciones que dejó a la vista se extienden también al mercado de transporte especial y al de la logística y carga en los países con déficit de infraestructura de transporte.
Apoyado por el gobierno francés, este proyecto ha despertado la atención de China para encarar por la vía aérea muchas de sus propias necesidades. La compañía ancla su crecimiento en valores humanos clave que incluyen un profundo trabajo en equipo, audacia y la ambición de contribuir significativamente al desarrollo del nuevo mundo.
En una presentación que hace levantar las cejas de asombro al auditorio, se anuncia que: “Nuestra misión es desbloquear áreas remotas con una huella ambiental muy baja”. Y mediante videos espectaculares revelan cómo la aeronave se anota como una solución pionera para el transporte de carga aérea de punto a punto.
Por primera vez en la historia, un dirigible, el LCA60T, carga y descarga hasta 60 toneladas de fardos voluminosos o de conteiners en vuelo flotante. A medida que el mercado de la energía renovable se expande, está surgiendo una necesidad en toda la industria de un transporte rentable y sostenible a lugares de difícil acceso, como áreas serranas o alpinas.
En el ámbito de la construcción, la aeronave acompaña a los grupos de ingeniería civil a enfrentar con soltura enormes desafíos para el transporte sostenible de carga, en especial en áreas densas o remotas. En lo que corresponde a la Industria pesada, se intentan formas innovadoras, asequibles y sostenibles para transportar cargas voluminosas. Incluso, en situaciones extremas, la logística del auxilio humanitario en casos de desastre constituye a menudo un verdadero reto; el aporte del LCA60T para la ayuda humanitaria optimiza las operaciones moviendo volúmenes importantes de materiales de un lado a otro.
Los caminos del aire
En ese panorama, inclusive el Aeroscraft ruso, una obra de ingeniería mitad dirigible, mitad avión, diseñada por la firma Aeros, ha renovado las ilusiones de los más nostálgicos. Su dirigible híbrido con un diseño sencillo es seguro de operar y muy sostenible -con un bajo impacto ambiental-, y con ahorros por el costo del combustible y la reducción de las necesidades de infraestructura. En palabras de Igor Pasternak, consejero delegado de la compañía, el Aeroscraft supone el nuevo comienzo de transporte vertical para los próximos 100 años.
Estas aeronaves, aseguran los especialistas, son ideales para satisfacer las necesidades de los sistemas de defensa antimisiles. Su amplia superficie permite instalar varias antenas y localizadores que ayudan a controlar el espacio aéreo en miles de kilómetros a la redonda y, de este modo, detectar cualquier posible lanzamiento de misiles.
Por otro lado, y en otra latitud, hace un par de meses, se indicó en un reportaje de la BBC que uno de los primeros modelos de Airlander, el enorme zepelín híbrido apodado como «dirigible volador» será la primera aeronave en sobrevolar el Polo Norte, algo que no se había hecho desde 1928.
El hombre y la mujer que irán a bordo no son exploradores, sino turistas que han pagado una experiencia de lujo de 80 mil dólares. Pero el Airlander no volará en solitario.
Alrededor de la misma fecha, una vasta aeronave china se alzará también sobre el calor y la humedad de Jingmen, y su trabajo será el de transportar objetos pesados en uno de los lugares más difíciles del planeta. Y es que los fabricantes tienen grandes ambiciones para esta nueva era de la aviación.
De hecho, esperan que en los próximos diez años haya alrededor de 15 de estas aeronaves flotando con rumbos definidos alrededor del mundo.
El dirigible LCA60T podrá transportar hasta 60 toneladas métricas de mercancías a altitudes cercanas a los 3,000 metros. Los dirigibles pronto podrían ser una solución para países con tan vastas extensiones de territorio. Además de Francia, Canadá (específicamente la provincia de Quebec) y China, a través de su empresa estatal AVIC (Aviation Industry Corporation of China), también han mostrado interés invirtiendo en el proyecto.
En el Reino Unido, Hybrid Air Vehicles está desarrollando el dirigible Airlander para fines de carga y turismo. Podrá albergar hasta 40 personas para un banquete, o 16 pasajeros para pasar la noche en suites privadas.
Los rusos han ideado un vehículo con forma de Platillo Volador llamado Aeromena, que está siendo desarrollado por el fabricante Airship Initiative Design Bureau Aerosmena (AIDBA). El objetivo es ponerlo a volar para 2024 con la capacidad de levantar también hasta 600 toneladas de carga. Gracias al hecho de ser un dirigible, y a sus sistemas de poleas, puede cargar y descargar materiales en cualquier lugar, haya o no una pista de aterrizaje.