La venta de robots en el entorno industrial aumentó un 29%; el sector automovilístico lidera la clasificación con 125 mil unidades. Las cifras del informe de la Federación Internacional de Robótica sitúan a México dentro del apartado “otros mercados importantes”, sin embargo, está lejos de países como Alemania que reportó 20 mil unidades vendidas.
Digitalización, realidad virtual, inteligencia artificial (IA) e internet de las cosas (IoT), son algunos de los elementos de la cuarta revolución industrial, proceso en el que México se enfila.
Industria 4.0
Entre las tecnologías se encuentra la robótica colaborativa, que supone la incorporación a los entornos de producción de un tipo específico de robot, capaz de interactuar con humanos gracias a la accesibilidad y seguridad en su uso.
Los cobots suponen una mejora en las condiciones laborales y, por ende, mayor eficiencia en la productividad. Introdujeron, en un primer momento, el concepto de automatización de tareas.
La incorporación de los sensores de seguridad supuso un segundo paso importante, así como la movilidad y la integración de sistemas de percepción y desarrollo de actividades colaborativas.
Efectos de la nueva robótica
Los robots se comunican entre sí y trabajan con los seres humanos, lo que se traduce en calidad y ahorro en un entorno económico. Las principales características de esta innovación, son:
1) Accesibilidad. El hecho de que cualquier operario pueda programar un cobot y asignarle una tarea los vuelve asequibles a las empresas.
2) Seguridad. Los sensores inteligentes son una solución de vanguardia para la Industria 4.0, además, posibilitan el trabajo mano a mano en total armonía.
3) Flexibilidad. Son ligeros, ocupan poco espacio y abarcan múltiples funciones.
Gama e-series de Universal Robots (UR)
Los retos de la cuarta revolución industrial pasan por la reconversión e integran diversos elementos digitales. Los cobots llevan a cabo labores repetitivas de forma segura y con precisión, inclusive liberan al capital humano de los trabajos más peligrosos.
El beneficio de la automatización es múltiple: las líneas de producción no solo es cosa de las grandes empresas, sino también de las PyMEs, que deberán incorporar robots colaborativos para ser competitivas.
Ejemplo de transformación
La multinacional Continental Automotive es el mejor ejemplo de transición hacia la Industria 4.0. De hecho, es el fabricante del sector de automoción más robotizado. La empresa adquirió diferentes cobots de UR para la fabricación y manipulación de placas PCB, con lo cual redujo los tiempos de cambio en un 50%.
Su rápida y fácil integración, así como el mínimo mantenimiento y la mejora de la productividad fueron las características que llamaron la atención de los directivos. De esta manera, apostaron por la instalación de dos robots UR10 para cargar, descargar y ensamblar componentes.